- La temporada estival invita al consumo de líquidos que permitan aliviar la sed y el calor. Un buen aliado para este fin son los jugos, en especial cuando son preparados a base de frutas y también verduras. ¿Cuáles son sus principales beneficios? Especialista en nutrición comenta sobre sus privilegios.
Moderar la sensación térmica de nuestro cuerpo se vuelve imperioso en esta época, cuando las temperaturas alcanzan fácilmente sobre los 30 grados. Aquí es cuando los jugos preparados a base de agua o infusiones arremeten con todos sus beneficios.
La docente de la carrera de Nutrición y Dietética de la Universidad del Pacífico, Stefanie Chalmers, señala que “entre sus efectos positivos están la regulación térmica, la saciedad con baja ingesta calórica (promedio 100 kcal), la estimulación sensorial, la depuración, el control del pH sanguíneo, y el aporte de nutrientes con efecto antioxidante y antiinflamatorio, entre muchos otros”.
Pero sus beneficios van incluso más allá, ya que la nutricionista agrega que incluso ayudan a prevenir un sinnúmero de enfermedades. “Los jugos naturales tienen un efecto positivo en la prevención de múltiples enfermedades como el cáncer, males neurodegenerativos, cardiovasculares y una gran serie de enfermedades metabólicas no transmisibles, evidenciándose manifestaciones clínicas positivas inmediatas o tempranas, como son, por ejemplo, la lucidez mental, la calidad de la piel y del pelo, la disminución de retención de líquidos, la disminución de la frecuencia o duración del dolor de cabeza, la apariencia en general se verá más saludable y vigorosa, aunque lo mejor es que combate los signos de daño que no son evidentes, el daño celular silente o silencioso”, asegura.
Pero, ¿qué es lo que hace que sean desintoxicantes y estimulantes? “Las fibras limitan la absorción de un exceso de grasas con efecto tóxico. Además, los antioxidantes que contienen en forma de vitaminas u otras moléculas, permiten combatir los desastres metabólicos generados por la excesiva carga tóxica a la que hoy nos enfrentamos, como el tabaco, el smog, la comida chatarra y el alcohol, entre otros”, menciona la especialista.
Entre otras extraordinarias propiedades, la experta plantea que este tipo de bebidas no aportan saborizantes, ni grasa, ni azúcares o sal añadidos y no existen riesgos al consumirlos. “Su ingesta es saludable. Sólo podría afectar a personas con enfermedades específicas que contraindiquen algún fruto en particular y en ese caso sería cuestión de no incorporar dicho fruto. También podría ser peligroso el tomarlos como única fuente de alimentos, especialmente si se realiza sin asesoría nutricional, ya que prolongar su consumo sin generar las combinaciones exactas que satisfagan los requerimientos nutricionales de cada persona en particular, podría generar carencias nutritivas y, por tanto, promover cuadros patológicos”, especifica Chalmers.
Tres combinaciones sabrosas y fabulosas
Si usted todavía es uno de los que no se ha atrevido a experimentar con los jugos naturales, la docente de Nutrición y Dietética de la Universidad del Pacífico, Stefanie Chalmers, comparte algunas ideas.
- Pera y frambuesas en infusión de ginseng: Tiene todas las vitaminas y dulzor de la pera, los antioxidantes de las frambuesas y lo energizante del ginseng, que favorecen la salud cardiovascular y el ánimo.
- Kiwi, aloe vera: El gran aporte de vitamina C del kiwi, junto con el aloe vera, hacen de este jugo una excelente bebida para mantener la indemnidad o reparar tejidos.
- Arándano, betarraga y melón: La fuerte carga antioxidante del arándano; el zinc, hierro y múltiples vitaminas de la betarraga; combinados con las vitaminas, dulzor y aroma del melón, lo convierten en un atractivo jugo que favorece el crecimiento en los niños y retarda el envejecimiento en los adultos.