Los especialistas alertan sobre los problemas de salud que puede generar el consumo excesivo de carnes rojas y recomiendan consumirla sólo 2 veces por semana como máximo, la experta Susan Ferrá, nutricionista de la Clínica Los Carrera de Quilpué nos da más información.
Por tradición, en Semana Santa muchas personas dejan de consumir carnes rojas y remplazan esta fuente proteica por mariscos o pescados, aunque sin conocer bien los beneficios que entregan estos alimentos a la dieta de la familia.
Frente a este escenario, la nutricionista de la Clínica Los Carrera de Quilpué, Susan Ferrá, comenta que el consumo excesivo de vacuno en las dietas juega un papel perjudicial en la salud, provocando, en algunos casos, enfermedades cardiovasculares y obesidad, entre otras.
Enfermedades que pueden generarse por la ingesta elevada de vacuno y cerdo:
- Diabetes: Una de las enfermedades que genera el consumo elevado de carnes rojas es la diabetes, patología que se manifiesta por el gran contenido de grasas saturadas y colesterol.
- Gota: Este es otro mal que se asocia al consumo de vacuno y se produce por la acumulación de ácido úrico en la sangre (el que comúnmente se elimina del cuerpo por la orina) y se presenta con mayor frecuencia en hombres. “El exceso de alcohol y la carne roja actúan como desencadenantes de una crisis gotosa, la que afecta a las articulaciones, tejidos blandos y riñones”, afirma Ferrá.
- Obesidad: Se debe a su alto aporte energético, lo que puede derivar en enfermedades cardiovasculares como aneurismas (acumulaciones de sangre en las paredes de los vasos sanguíneos) o infartos.
- Infecciones por parásitos: Las infecciones también están asociadas al consumo de carnes rojas. La especialista comenta que, si bien se habla bastante de las toxinas que tiene el vacuno, muchas veces estos problemas se generan por la contaminación cruzada (por la manipulación del corte), debido a un parásito que vive en el animal y que no fue detectado a tiempo o por la re-rotulación del producto en los supermercados, lo que le da más tiempo para su descomposición.
A raíz de la ingesta excesiva de carnes rojas en Chile y en todo el mundo, la nutricionista dice que es necesario variar las dietas semanales de los ciudadanos, debido a su alto índice de grasas. “Si bien la carne entrega las proteínas y minerales necesarios para que funcione el cuerpo humano, el pescado -a modo de ejemplo- posee las mismas cualidades, además de otros nutrientes que mejorarían la salud de las personas».
La nutricionista agrega que se debe consumir carne roja como máximo 2 veces por semana (cortes magros) e intercalarlas con carnes blancas, para impedir el exceso de grasas saturadas y bajar el aporte energético elevado que tiene un corte de vacuno o algún embutido.