Cocinar es un arte y puede servir para estrechar los vínculos afectivos entre padres e hijos, porque al realizar esa actividad pueden aprender a trabajar en equipo y, a la vez, divertirse al máximo.
Portales de gastronomía, como Cocina y Vino, recomiendan que niños y adultos se junten en la sala de preparación de alimentos para que pasen tiempo de calidad juntos, así como para solidificar valores como el respeto y la solidaridad.
«Para los que aman cocinar, este arte resulta una terapia contra el estrés o una pasión. De igual forma es una herramienta de defensa y de utilidad en cualquier aspecto, pero acercar a los niños a la gastronomía, las artes culinarias y motivarlos a que adquieran ciertas habilidades ya es un plus para sus vidas», explicó Sjandra Rendón, periodista especializada en alimentación y estilo de vida que labora para Estampas, portal de variedades.
¿Por qué es bueno cocinar juntos?
De acuerdo con Mi Casa, cuando los papás e hijos se reúnen a elaborar la comida, pueden amoldarse con más facilidad a cumplir las reglas, así como juntar esfuerzos por concretar metas comunes.
«Si son ellos (progenitores y descendientes) preparan (alimentos) y hacen divertidas recetas, seguro que empiezan a gustarles un poco más todos los elementos relacionados con cocinar. Hay que destacar que los niños se deben involucrar en estas actividades para que sientan que comer es importante. Se debe dejar claro que todos los elementos necesitan estar a la altura de los menores quen tienen que contar con útiles fáciles de manejar y seguros, siempre bajo la supervisión de los adultos», indicó el site De Rechupete.
«Los niños son muy creativos. Por eso, hay que dejarlos que que participen en todo el proceso culinario, pues se convierte en un gran juego para ellos. Les encanta mezclar, untar y añadir ingredientes. Freir y cortar los vegetales y carnes es algo que debe ser hecho por adultos, pues así se repartirán las tareas para que todos puedan cumplir funciones útiles al momento de cocinar«.
Algunos platillos para crear en familia
Tu Receta dio a conocer algunos platillos que son fáciles de realizar e ideales para que antecesores y sucesores pongan en práctica sus habilidades culinarias. Todos garantizan varios minutos de diversión.
- Sanduiches. Un alimento práctico y sencillo de hacer. Sólo hay que tener pan, jamón, queso y vegetales, además de salsas para crear exquisiteces. Los muchachos pueden colaborar al momento del armado de cada pieza antes de introducirlos en la tostadora.
- Espagueti. La cocción de la pasta es sencilla, pero requiere de la supervisión de un adulto. Al momento de que hierva el agua es importante que un progenitor evite que sus hijos toquen el líquido en estado de ebullición. Los pequeños pueden ayudarlo a romper a la mitad cada uno de los espaguettis para ser metidos en la olla y también son buenos para aplicar la salsa de tomate cuando el plato está listo. Eso hace que los chicos se sientan partícipes de una experiencia «mágica».
- Sopas. La elaboración es sencilla y los niños pueden estar atentos a pasar los vegetales y carnes antes de la cocción. Esos ingredientes deben estar previamente picados por un mayor de edad para que puedan ser aprovechados al máximo. Si los chicos sirven como «probadores» del líquido, los hace ganar confianza como comensales, pues sienten que sus palabras serán escuchadas.
- Hamburguesas. Al igual que los sanduiches, sólo requieren de un rápido armado. Los padres pueden dedicarse a sazonar la carne y colocarla en la plancha, mientras que los chipilines los apoyarán esamblando cada platillo con panes, vegetales y salsas.
Estas son algunas recetas que pueden ser creadas por las personas de todas las edades en momentos en los cuales deseen distraerse o pasar una agradable velada.
Los fines de semana pueden ser ideales para poner en marcha la creatividad a la hora de cocinar y consolidar las relaciones entre los integrantes del hogar, algo que sería complementado con un maratón de clásicos cinematográficos para degustar cada creación culinaria en un instante inolvidable.
