La comida es fuente de nutrientes y energía, por eso, muchas madres se preocupan cuando sus hijos no comen lo mismo que en sus primeros meses de vida o pierden el apetito repentinamente, en la mayoría de estos casos, se debe a un proceso normal de desarrollo del niño, a malos hábitos alimenticios o a preocupaciones excesivas por parte de la madre.
Especialista: Pediatra, Jorge Washington Alvear. Clínica Avansalud
Las consultas más frecuentes que se le realizan a los pediatras es sobre la falta de apetito en los chicos y esto puede deberse a diversos factores.
Razones por las que el niño pierde el apetito
- El malestar físico hará que disminuya considerablemente las ganas de comer del niño.
- Otras veces sucede que servimos más comida de lo que necesitan los chicos y los saturamos, por lo que pierden «el amor» hacia los alimentos.
- Raciones de comida innecesarias fuera de las horas establecidas.
- Aunque no parezca, las congestiones nasales producidas por infecciones virales también dan paso a que nuestros hijos pierdan el apetito, por la fatiga y lo incómodo que se les hace respirar, imagínense tener que hacerlo mientras comen, por lo que ellos eligen respirar y evitan la comida.
- Irritación de garganta o yagas en la boca, ésta puede ser una de las principales razones por las que el niño deja de comer.
- Finalmente, si notas que el niño se niega a comer rotundamente, puedes estar ante la presencia de anorexia infantil.
Ante todas estas causas, lo ideal es consultar con el pediatra, el diagnóstico y tratamiento oportuno harán que el niño retome el hábito alimenticio. Es normal que cerca de los 2 años dejen atrás ese aspecto “rellenito” que tenían y, si la curva de crecimiento está correcta, no importa si se salta una comida, él solo recuperará su apetito y se reincorporará a la rutina alimenticia de la familia.
Rechazo por etapas
- Colados: es poco frecuente que los niños rechacen los colados, si lo hacen, puede deberse a alguna molestia física como un resfrío o fiebre. Lo ideal es que reciban sopa puré de verduras preparados en su casa.
- Picados: esta etapa intermediaria entre los colados y la primera comida normal es ideal para que pruebes distintas mezclas y sabores. Si el niño lo rechaza, prueba mezclar varios tipos de verduras o dale a probar yogurt con frutas picadas.
- Comida normal: si la rechaza constantemente, dispón los alimentos en el plato de manera lúdica armando figuras, compra recipientes con dibujos en el fondo e invita a tu hijo a descubrirlas.
¿Qué debemos hacer los padres?
- Establecer horarios de comidas y meriendas.
- Prepara platos coloridos: los que son muy vistosos captarán su atención.
- Invítalo a preparar la comida contigo: se divertirá y comenzará a relacionarse con los alimentos.
- No dejes que vea televisión mientras come: le restará importancia a su alimentación y no te dirá cuando está satisfecho.
- No lo obligues: es preferible darle menos comida que presionarlo y crear un ambiente de tensión.
- Promueve la actividad física: mientras más cansado esté, más apetito tendrá.