Lo que debes saber sobre los jugos de fruta para los niños

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Los jugos de fruta aportan muchas vitaminas y minerales a los niños, ayudando a que tengan una dieta balanceada. Sólo debes limitarlos debido a su cantidad de azúcar.

Si bien aportan variados nutrientes, no son imprescindibles para una dieta infantil balanceada. Pero no hay motivos para prohibirlos, de hecho, los jugos caseros se permiten. Puedes comenzar dándole 50 ml y aumentar 100 ml cada día.

Entre los principales nutrientes encontrados en las frutas, se encuentran:

  • Sales minerales: potasio, fósforo, calcio, magnesio, hierro y cobre.
  • Vitaminas: C, B9, E y beta-caroteno (o pro-vitamina A). Estos componentes son delicados, siendo degradados por la oxidación, la exposición a la luz o el calor. Por tanto, se deben ingerir inmediatamente después de licuar o exprimir. El aporte de vitamina C de los jugos frutales destinados a niños menores de 3 años está garantizado, ya que se les añade vitamina C para compensar las pérdidas que se producen durante la fabricación. Nunca compres productos con una fecha de expiración cercana y mantenlos refrigerados.
  • Carbohidratos simples o azúcares: un jugo de naranja contiene un 9% de azúcares, mientras que uno de uva contiene un 15%. Fíjate que los jugos comprados digan 100% fruta y no se les haya añadido azúcar.
  • Agua: el 85% del jugo es agua, favoreciendo la hidratación del pequeño.

Lo que es deficiente en los jugos de fruta es la fibra. En el caso de bebés pequeños, esto es mejor, ya que la fibra puede irritar el intestino. Pero los niños más grandes requieren de fibra para regular el tránsito intestinal, así como para saciarse más rápidamente y así prevenir el sobrepeso.

Algunos riesgos a tener en cuenta

Al beber, nuestro cuerpo omite esas calorías, es decir, no nos sentimos saciados cuando ingerimos jugos, por muchas calorías que estos tengan. Es importante que esas calorías provengan de frutas naturales y no de bebidas cola o jugos sintéticos.

Respecto a los carbohidratos, los jugos de fruta aportan un 10% de hidratos de carbono y 40 kcal, por 100 ml aproximadamente. Por lo tanto, es importante regular la ingesta de estos. Es digno de mención que las investigaciones no han observado un vínculo entre el consumo de jugo de frutas y el sobrepeso u obesidad. De hecho, los jugos frutales se relacionan con alimentación saludable y equilibrada.

Otro riesgo asociado a los jugos es la propagación de caries, ya que todo hidrato de carbono es potencialmente cariogénico. Las caries se forman porque las bacterias presentes en la boca fermentan los restos de alimento, convirtiéndolos en compuestos ácidos debilitantes para el esmalte dental.

Las caries son una amenaza tanto para los dientes de leche como para los definitivos; incluso pueden provocar infecciones otorrinolaringológicas (ORL). Para disminuir el riesgo, se debe cuidar el tiempo que los jugos de fruta estén en contacto son los dientes. En un principio, no es conveniente que los bebés beban jugos a sorbos de la mamadera por un tiempo extendido. Se le debe dar el jugo, luego enjuagar su boca y posteriormente limpiarle los dientes. Al ir creciendo, una buena idea es darle los jugos con una pajita para evitar el contacto con los dientes.

El lugar apropiado de los jugos de fruta

Los expertos sugieren introducir las frutas en la dieta del bebé a partir de los 6 meses, y la misma indicación rige para los jugos de fruta.

No obstante, existen jugos frutales infantiles que se proponen a partir de los 4 meses en su envase. Pero no se recomienda la diversificación alimentaria antes de los 6 meses, ya que se procura evitar alergias. Por otra parte, se aconseja introducir las verduras primero, ya que si se le presentan las frutas al bebé antes, podría preferirlas por sobre las verduras por ser más dulces, dejando a las otras de lado.

Respecto a cuándo dárselos, se recomienda en la mañana, al desayuno, ya que el bebé adquiere un hábito saludable para su vida. Durante el día es mejor que ingiera agua pura y frutas o compotas naturales.

En cuanto a las variedades idóneas, se encuentran los jugos de manzana, durazno, damasco, naranja y uva. Debes cerciorarte de que no afecten al estómago del bebé, ampliando la variedad gradualmente al cumplir el año. Las frutas más exóticas deben aguardar para esa fecha, tales como el mango, kiwi, papaya, etc.

Los jugos preparados que venden en tiendas para bebé incluyen bebestibles que combinan jugo de fruta y agua, de modo que el bebé no se malacostumbre al exceso de azúcar. De todos modos, siempre será mejor preferir jugos hechos en casa, idealmente con frutas orgánicas, libres de nitratos y pesticidas. Sólo necesitas un sacajugos, exprimidor o licuadora… ¡y listo!.


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