Los profesionales comentan que la recomendación de incremento de peso depende de varios factores, siendo el más importante el estado nutricional de la mujer antes de embarazarse. La evaluación nutricional incluye la adecuación del peso a la estatura materna, la estimación de la composición corporal y las características de la dieta habitual de la embarazada.
Debido a que en la actualidad la proporción de mujeres que inicia el embarazo con sobrepeso y obesidad ha subido considerablemente y que, en general, esta condición se asocia a una mayor ganancia de peso gestacional que lo indicado, lo ideal es llegar al embarazo con un mejor estado nutricional.
Ganar peso saludablemente
Los especialistas recomiendan que el estado nutricional de la mujer se encuentre en condiciones óptimas antes del embarazo, esto, con la intención de prevenir complicaciones durante la gestación y en el parto, que puedan ser sinónimo de riesgo para la madre o el bebé.
“Esta recomendación es por lejos una de las más relevantes y, lamentablemente, poco atendida por la población general. Podría decirse que uno de los pilares más importante de un embarazo saludable consiste en un buen comienzo y, desde el punto de vista nutricional, las recomendaciones de una alimentación saludable debieran enfatizarse en el período previo a la gestación”, subrayan el doctor Marcelo Farías y la nutricionista Bárbara Samith; profesionales de la División de Obstetricia y Ginecología de la Pontificia Universidad Católica de Chile.
Exceso de peso u obesidad durante el embarazo
Las patologías asociadas a la obesidad o desnutrición de la madre son el bajo peso materno que se asocia con un menor crecimiento fetal y bajo peso al nacer, aumento del riesgo de enfermedades perinatales y de enfermedades crónicas en la vida adulta.
Por otra parte, el exceso de peso materno pre-gestacional o diagnosticado durante el embarazo, se asocia con un aumento en la frecuencia de resistencia a la insulina, aumento de peso fetal, hipertensión y problemas al momento del parto como un riesgo aumentado de operación cesárea y parto instrumentado.
Recomendaciones
- Seleccionar alimentos magros, ricos en proteína como las legumbres y soya, el pescado (excepto tiburón, blanquillo, pez espada y atún blanco por probable alto contenido de metilmercurio), pollo sin piel, carne muy magra y los productos lácteos al 1% o libres de grasa.
- Consumir alimentos que sean naturalmente bajos en grasa, como los granos enteros, las frutas y las verduras.
- Obtener mucha fibra dietética, proveniente de alimentos como la avena, legumbres y cereales integrales.
- Restringir los alimentos fritos y los alimentos horneados preparados comercialmente.
- Limitar el consumo de productos animales con alto contenido de grasas saturadas y colesterol, como las yemas de los huevos, los quesos, la leche entera, la crema de leche, el helado y las carnes grasosas.
- Buscar en las etiquetas de los alimentos palabras como «hidrogenada» o «parcialmente hidrogenada». Estos alimentos están cargados de grasas dañinas y se deben evitar.
- Disminuir el consumo de azúcares refinados.