La dieta alimenticia de una mujer embarazada es vital para el crecimiento intrauterino del bebé y el buen desarrollo de la gestación. Independientemente del mes de embarazo, la mamá debe alimentarse sanamente, incluyendo en sus recetas diarias: proteínas, carbohidratos, grasas, vitaminas, minerales y sobre todo mucha agua.
¿Cómo debe alimentarse una mujer embarazada?
Una dieta balanceada debe contener un poco de todos los grupos básicos de alimentos: lácteos, frutas, vegetales, pescado, carne, huevos, grasas e hidratos de carbono. Una mujer embarazada no necesita comer por dos y tampoco cohibirse de probar ciertos platillos, lo ideal es que la gestante coma la cantidad correcta de alimentos por día que deben componerse de la siguiente manera:
- El 10% de las calorías debe provenir de las proteínas: carne, pescado, huevos, productos lácteos y legumbres.
- El 35% de las calorías debe provenir de las grasas: la mantequilla, el aceite, margarina, y los frutos secos.
- Finalmente un 55% de las calorías debe provenir de los hidratos de carbono: pan, pasta, patatas, el arroz, maíz, cereales y fibra.
Lo más importante es evitar algunas combinaciones alimenticias, como por ejemplo no acompañar las carnes altas en grasas con carbohidratos pues esto sólo derivará en un aumento de peso y masa corporal. Para ello el gastroenterólogo de Clínica Cordillera, Mauricio González, nos explica qué y cómo comer en el embarazo durante las festividades del año.
¿Qué comer durante las festividades si estás embarazada?
Semana santa, pascua, dieciocho, cumpleaños, baby shower, navidad y el año nuevo son festividades que tradicionalmente se caracterizan por su gran oferta culinaria y un solo descuido en la alimentación puede dejarnos como resultado una alza de peso y posibles complicaciones gastrointestinales.
“Para estas fechas o celebraciones se debe mejorar la calidad de lo que se consume y no la cantidad. Se debe comer sólo una porción de comida, sin repetirse el plato ya que esto puede generar indigestión o gastritis en algunos casos”. Aconseja el gastroenterólogo, Mauricio González
En segundo orden, González explica que el consumo de carnes altas en grasas debe ser reducido debido a su alto índice calórico.
“Pueden provocar una alteración en el colesterol y, como son de difícil digestión, pueden provocar problemas a la vesícula, órgano que genera la bilis, sustancia que degrada las grasas en el organismo”, aclara.
Agrega que si una persona quiere comer cordero o cerdo, es recomendable hacerlo de día y una porción. “Si se consume de noche cuesta mucho que el organismo lo digera y de seguro dormirán mal o a la mañana siguiente tendrán un gran malestar”. Lo mejor es acompañar las comidas altas en grasas con ensaladas ya que ayudan a digerirlas de forma más fácil.