¿Café en el embarazo? Lo que la OMS recomienda

Café en el embarazo

El embarazo es una etapa crucial en la vida de una mujer, donde la salud y el bienestar de la madre y el feto son prioritarios. La alimentación juega un papel fundamental en este proceso, y muchas mujeres se preguntan sobre la seguridad del consumo de ciertas bebidas, como el café en el embarazo.

El café, una bebida popular y disfrutada por millones, ha sido objeto de debate y controversia durante mucho tiempo, especialmente en relación con el embarazo.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha elaborado recomendaciones específicas para el consumo de cafeína durante la gestación, basadas en evidencia científica que busca proteger la salud tanto de la madre como del bebé. 

La cafeína y su impacto en el embarazo

La cafeína, un estimulante presente en el café, el té, las bebidas energéticas y algunos alimentos procesados, es absorbida rápidamente por el cuerpo y puede cruzar la placenta, llegando al feto en desarrollo.

Si bien el impacto de la cafeína en el embarazo es un tema complejo y aún se investigan sus efectos a largo plazo, la OMS ha establecido ciertos límites para su consumo durante la gestación, reconociendo los posibles riesgos asociados.

La cafeína puede afectar el ritmo cardíaco fetal, aumentar el riesgo de parto prematuro y bajo peso al nacer, y generar dificultades en el desarrollo del bebé, especialmente en la etapa temprana del embarazo. 

Además, el consumo excesivo de cafeína durante la gestación se ha relacionado con un mayor riesgo de aborto espontáneo, aunque la evidencia en este aspecto aún no es concluyente.  Es importante destacar que las dosis de cafeína que pueden generar estos efectos varían según la sensibilidad individual de cada mujer y la etapa del embarazo. 

Las recomendaciones de la OMS sobre el consumo de cafeína

La OMS recomienda que las mujeres embarazadas limiten su consumo de cafeína a 200 miligramos (mg) por día. Esta recomendación se basa en la evaluación de los riesgos potenciales para la salud del feto y la madre, teniendo en cuenta los estudios disponibles sobre el impacto de la cafeína durante la gestación.

Es importante destacar que la OMS no recomienda eliminar por completo la cafeína del embarazo, sino más bien moderar su consumo para evitar posibles efectos negativos. 

La recomendación de 200 mg de cafeína al día equivale a aproximadamente una o dos tazas de café, aunque la cantidad real de cafeína varía según el tipo de café, la forma de preparación y la marca.  Es fundamental consultar las etiquetas de los productos para conocer la cantidad de cafeína que contienen.

Factores a considerar en el consumo de cafeína durante el embarazo

Si bien la recomendación general de la OMS es de 200 mg de cafeína al día, existen ciertos factores que pueden influir en la cantidad de cafeína que se considera segura durante el embarazo.  Estos factores incluyen:

  • Sensibilidad individual:  la sensibilidad a la cafeína varía entre las personas. Algunas mujeres pueden experimentar efectos adversos con dosis relativamente bajas, mientras que otras pueden tolerar cantidades mayores sin problemas.  Es importante prestar atención a las reacciones del cuerpo y reducir el consumo si se notan efectos secundarios como nerviosismo, insomnio, palpitaciones o dolores de cabeza.
  • Etapas del embarazo: en las primeras etapas del embarazo, es especialmente importante limitar el consumo de cafeína debido a su potencial para afectar el desarrollo del feto. Durante el segundo y tercer trimestre, la tolerancia a la cafeína puede aumentar, pero es importante mantener un consumo moderado.
  • Consumo previo: las mujeres que consumían cafeína regularmente antes del embarazo generalmente pueden seguir consumiéndola con moderación durante la gestación. Sin embargo, es crucial consultar con el médico para ajustar el consumo de cafeína según las necesidades individuales.
  • Otros factores:  la presencia de ciertas condiciones médicas, como hipertensión arterial o problemas cardíacos, pueden afectar la tolerancia a la cafeína.  Es importante discutir cualquier condición médica preexistente con el médico antes de consumir cafeína durante el embarazo.

Alternativas al café durante el embarazo

Las mujeres embarazadas que buscan alternativas al café para satisfacer sus necesidades de sabor y energía pueden optar por otras bebidas sin cafeína, como:

  • Té de hierbas: Existen una amplia variedad de tés de hierbas sin cafeína, como té de manzanilla, té de menta, té de jengibre o té de hibisco, que ofrecen sabor y propiedades relajantes.
  • Agua con sabor: Agregar rodajas de limón, naranja, pepino o menta al agua puede proporcionar un toque de sabor y frescura sin cafeína.
  • Infusiones:  Las infusiones de frutas o flores, como infusión de frutos rojos, infusión de rosas o infusión de lavanda, ofrecen un sabor dulce y aromático sin cafeína.
  • Bebidas de fruta:  Jugos de frutas naturales, licuados o smoothies, hechos con frutas frescas, son una fuente de vitaminas, minerales y fibra, y una alternativa saludable al café.

La importancia de la consultoría médica

La decisión de consumir o no cafeína durante el embarazo es un asunto personal que debe tomarse en consulta con el médico.  El médico puede proporcionar orientación personalizada, teniendo en cuenta la historia clínica de la mujer, la etapa del embarazo y sus necesidades individuales.  

Es fundamental que las mujeres embarazadas se comuniquen con su médico sobre su consumo de cafeína, especialmente si tienen antecedentes de problemas cardíacos, presión arterial alta o si experimentan efectos secundarios después de consumir cafeína.  El médico puede ayudar a determinar la cantidad de cafeína que se considera segura para la mujer y su bebé. 

Conclusión

El consumo de cafeína durante el embarazo es un tema complejo que requiere atención y cuidado. Si bien no es necesario eliminar completamente la cafeína, la OMS recomienda limitar su consumo a 200 mg por día. Esta recomendación se basa en la evaluación de los riesgos potenciales para la salud del feto y la madre. 

Es importante recordar que la sensibilidad a la cafeína varía según las personas, y que otros factores, como la etapa del embarazo, las condiciones médicas preexistentes y el consumo previo, pueden influir en la cantidad de cafeína que se considera segura.

Siempre es recomendable consultar con el médico para obtener una orientación personalizada y tomar decisiones informadas sobre el consumo de cafeína durante la gestación. 


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