Aunque por mucho tiempo se dijo que comer pescado estando embarazada no era la mejor opción, hoy en día los expertos recomiendan incluirlos en la dieta nutricional de la gestante, esto, por el valor nutricional que tienen los productos del mar, las presas, los lagos y los ríos para el desarrollo del bebé.
¿Es bueno comer pescado durante el embarazo?
La respuesta es definitivamente, sí, estimula el desarrollo cerebral del bebé y mejora la salud de la madre, y tomando en cuenta esto, te contamos cuáles son los más recomendados por los especialistas y qué aporta cada uno a la madre y al bebé durante y después del embarazo.
Pescado blanco
- El bacalao, cabracho, merluza, lenguado, rape, dorada, lubina, bonito, pescadilla.
- Es fácil de digerir, así que si tienes problemas con la digestión, debes incluir este habitante marino en tu dieta básica.
- Es rico en ácidos grasos omega 3, yodo, vitamina A, vitaminas del complejo B y la D.
Pescado Azúl
- Sardinas, atún, boquerón, jurel, arenque, salmón.
- Es rico en ácidos grasos omega 3, este a su vez influye directamente en el desarrollo, funcionamiento y la buena salud del cerebro.
- Estudios afirman que consumir pescado azul reduce el riesgo de padecer enfermedades cardiovasculares.
- Es fuente de proteínas y minerales como el calcio, el zinc y el hierro; y contiene vitaminas como la vitamina A, vitamina B1, la D y E.
Con todos estos aportes, comer pescado durante el embarazo ayuda a:
- El mantenimiento de la retina.
- El crecimiento óseo.
- La formación de los dientes.
- El crecimiento de las membranas mucosas y las células epiteliales.
- Previene las infecciones pulmonares.
- Estabiliza el nivel de glucosa en sangre, necesario sobre todo para las mujeres diagnosticadas con diabetes gestacional.
- Reduce la retención de líquidos.
- Contrarresta las anemias.
- Evita el aborto y reduce los efectos del Síndrome de túnel carpiano.
Consumir pescado en el embarazo mejora el funcionamiento del cerebro de los niños
Un estudio realizado por investigadores del Helmholtz Zentrum München, German Research Centre for Environmental Health, en Alemania ha determinado que: «el pescado azul es la mayor fuente de ácidos grasos de cadena larga omega-3, que incluye el ácido docosahexaenoico (DHA, por su siglas en inglés), un importante componente estructural de las células, sobre todo las del cerebro, y que se acumula durante el desarrollo.»
Recomendaciones
No debemos olvidar las altas concentraciones de radioactividad, mercurio y otros metales pesados que pueden contener estos peces, por eso es importante que ante su consumo, tomemos en cuenta las siguientes sugerencias.
- Lo ideal es comerlo de forma moderada, sin excederse en la cantidad y que esté bien limpio y cocido.
- Tener sumo cuidado a la hora de elaborarlo, la buena cocción es fundamental para evitar infectarse con ciertos parásitos que viven en el pez.
- Elegir pescados pequeños que no sean depredadores.
- Quitarles la piel también es la sugerencia, pues en ella se almacenan las toxinas que él pueda traer.
