No tenían idea de lo que les esperaba.
Sophie nació en Rumania en 1995. El país pasaba por una fuerte crisis y la prohibición del uso de anticonceptivos desató un aumento crítico de la natalidad.Las familias de menos recursos no podían sostener la alimentación de 11 personas, como era el caso de la casa de Sophie y de sus 8 hermanos.
Sus papás decidieron darlas en adopción, pero ambas fueron a parar a distintas instituciones. Era muy difícil que se volvieran a encontrar o que volviesen a ver a sus padres. Eso último nunca sucedió.
Sophie y Danielle, eso sí, pudieron reunirse gracias a Ron y Natalie Trecoce. La pareja viajó a Canadá para adoptar y conocieron a Danielle, de quien se enamoraron.
“Fue una decisión difícil para mí adoptar. Necesito que él me levante y diga Esto es lo que vamos a hacer”.
-Natalie Trecroce-
Danielle tenía un año y estaba desnutrida, tenía falta de vitamina D y problemas en los huesos, pero tenía mucho amor para entregar.
Cuando el recinto hizo el papeleo para su adopción, le informaron a Ron y Natalie de la existencia de Sophie en otra institución. La pequeña tenía 2 años y la familia Trecroce dudó.
“Y era el que tenía aprehensiones con Sophie porque era mayor y tenía miedo. No la conocíamos, no sabíamos si quería vivir con nosotros”.
-Ron Trecroce-
Finalmente la adoptaron y no se arrepintieron de su decisión.
“¡Es lo mejor que hemos hecho en nuestras vidas!”.
-Natalie Trecroce-
Aunque Sophie encontró los papeles de su adopción, nunca dieron con sus hermanos. Solo ella y Danielle pudieron reunirse.
La joven hizo un vídeo recopilando algunas entrevistas que la familia ha dado a la televisión sobre su caso, agregando registros familiares y contando su historia.
La historia de Sophie y Danielle es solo una entre muchas de la época y refleja una realidad que muchas familias rumanas debieron afrontar: la separación de sus integrantes.