Quiso que se hiciera público para concientizar a las personas sobre la enfermedad.
Tener un hijo siempre trae más complicaciones de las que podrías haber imaginado, pero el lado positivo es que son más las alegrías que los malos ratos. Sin embargo, si es que tu pequeño no viene sano, los problemas pueden aumentar y las cosas se ponen mucho más difíciles para la madre, padre y su familia.
En este caso, Dianna Schatzlein-Ahern tuvo dos gemelos. Los quiso de inmediato y los mimó como nunca, ya que eran sus primeros hijos. Y a la edad de nueve años, cuando ya habían crecido bastante, notó que no eran tan normales como ella creía.
Tenían cambios de humor potentes, les sangraba la nariz y eran compulsivos con la comida. Tanto así que tenían que controlarlos para que no fueran a la basura y sacaran algo para digerir de ahí. Claro que pensarías que es solo un poco de ansiedad, pero cuando le dieron el diagnóstico a Dianna, supo que estaba equivocada.
Sus gemelos tenían el síndrome de Prader Willi, que no los dejaba nunca estar satisfecho con lo que comían. Recientemente fueron declarados obesos mórbidos y su madre tiene que preocuparse de que no ingieran más de 1.200 calorías diarias.
“Tengo que asegurar toda la comida, la del gato, el refrigerador, los químicos de limpieza, porque se levantan y comen hasta que se duermen. Comerían hasta que murieran. También comen de la basura, tienes que sacarla antes de que lo hagan“
-Dijo Dianna a Barcroft TV-
Donde vean comida, sacan. Eddie and Stevie no pueden detenerse, y según cuenta Dianna a Barcroft TV, no están conscientes de lo que están haciendo.