Un zapato escolar inadecuado puede provocar deformaciones ósteo-articulares y una mochila pesada podría acentuar lesiones de columna. Enrique Testart, traumatólogo infantil nos explica cómo deben ser los bolsos y zapatos colegiales.
Como existen varios tipos de zapatos es importante saber cuáles son las posibles lesiones en el pie que pueden provocar y el peso que debería tener una mochila para que los estudiantes trasladen lo necesario para cumplir con sus deberes académicos.
Cómo deben ser los zapatos
Llega marzo y los niños comienzan a usar la ropa del colegio durante todo el año y, por ende, los zapatos deben preservar un pie sano todos los días. Para los especialistas, el zapato escolar debe ser:
- Amplio.
- Blando.
- Liviano.
- Cómodo.
El dr. Enrique Testart, traumatólogo infantil asegura que: «Un zapato restrictivo y rígido puede dañar la estructura del pie. Aquellos con terraplén poseen una altura simétrica por lo que no producen tales deformaciones, pero exponen a las niñas a caídas y torceduras más graves. Mientras más alto el zapato, más fuerte la caída”.
El especialista enfatiza que, en los zapatos escolares es importante tener presente que el pie debe quedar en toda su amplitud. “Es preferible elegir el zapato no por el precio sino por la flexibilidad para permitir el movimiento natural del pie, la comodidad del niño y materiales de fabricación”.
Recomendaciones
- Para los niños que recién comienzan el colegio en la etapa preescolar, los expertos recomiendan zapatos con el contrafuerte firme para el apoyo de la región posterior del pie, para evitar la sobrecarga y el desgaste asimétrico del material con que fue fabricado.
- Asimismo que no acumule humedad, que sea de cuero o fibras semipermeables para que mantenga el pie seco. Y la cobertura sin protuberancias ni ojales muy sobresalientes para que no provoquen heridas.
Cómo deben ser las mochilas
El dr. Enrique Testart añadió que: “Cuando el peso de los bolsos es proporcionado al peso del niño, no afecta la columna, a no ser que tenga alguna enfermedad o lesión previa, esto al referirse sobre lo que pasa cuando las mochilas están muy cargadas. Niños y adultos, teniendo un desarrollo muscular adecuado, pueden cargar sobre sus hombros el 50% de su peso corporal sin problema. Con entrenamiento este porcentaje puede aumentar”.
Un niño de 7 u 8 años con un peso estimado de 20 kilos, podría cargar con facilidad una mochila de 10 kilos. “Al sobrepasar esta carga podría dañar los cartílagos de crecimiento. Las deformidades de la columna no son provocadas por el uso de mochilas, son enfermedades que pueden verse incrementadas, cuando ya están presentes, al usar pesos excesivos o asimétricos sobre la espalda”, comentó el experto.
Dentro de las enfermedades de la columna, una de las más frecuentes es la escoliosis, enfermedad del crecimiento vertebral de forma asimétrica, generando una curva acompañada de una rotación de éstas, con un alto componente genético dentro de sus causas. “En este caso yo recomiendo que los escolares usen mochilas con sus 2 tirantes pasados por los brazos de forma asimétrica”, comentó el dr. Enrique Testart.