Enfrentarnos al cansancio del trabajo, las exigencias del día y ser padres, es sin duda, agotador, pero no es imposible disponer de gratos momentos para disfrutar del descanso de nuestros hijos. Por eso, la psicóloga de la Clínica Avansalud, María Teresa Lyon, nos aporta importantes recomendaciones al respecto.
Las vacaciones de invierno son un verdadero descanso a mitad de año, además nos da la oportunidad de compartir otros panoramas con nuestros hijos. Pero, ¿cómo podemos aprovechar estos días vacacionales si en la mayoría de los casos los padres seguimos trabajando? ¿Cómo compatibilizar la larga jornada laboral y destinar más tiempo con los niños?
La psicóloga María Teresa Lyon, recomienda que:
lo primero que deben hacer los adultos es identificar cuáles son los factores que están desencadenando el cansancio en los padres y que les impiden compartir tiempo de calidad con sus hijos. “La presión interna por las propias expectativas de éxito profesional-laboral-económico, más las expectativas externas, finalmente tienen repercusiones directas con la vida familiar, lo que se hace más notorio en época de vacaciones”.
Lo anterior, “da paso a la culpa, especialmente en las madres, debido a los avances del rol femenino en nuestra sociedad chilena”.
Por ello, la recomendación, sobre todo para las mujeres, “es aprender a soltar los complejos y comprender que estas mismas exigencias llevan a los niños muchas veces a alterarse».
La presencia de los padres de manera sostenida en el tiempo es de gran relevancia para el óptimo desarrollo emocional, cognitivo, y por cierto subjetivo de un niño, especialmente durante la primera infancia.
«Lo más importante con un niño es la calidad del tiempo en la que uno genera un encuentro con éste, siempre y cuando éste se encuentre al cuidado sostenido y permanente de otro adulto que cumpla la función de madre/padre”. Advierte la psicóloga.
¿Cómo lidiar entonces con el cansancio del trabajo y la paternidad/maternidad?
- Buscar una continuidad en el día para encontrar menor cansancio y no resolver el problema en el momento en que se llega a la casa.
- “Ese padre/madre debiese resolver sus ansiedades y hacerse responsable de no afectar el desarrollo de su hijo, ya que de aquí se origina en ocasiones el maltrato, por la falta de paciencia”, comenta.
- Finalmente, fomentar y darse el tiempo para incluir hábitos que se puedan mantener durante los meses siguientes, “como por ejemplo cuidados físicos, juegos de lectura nocturna y actividades conjuntas, son importantes en un ambiente de cariño y contención para los menores”.