A veces, como padres, necesitamos un poco de tiempo para que nuestros hijos obedezcan a la primera sin tener que repetir una y otra vez lo que tienen que hacer. ¿Qué hacer si tu hijo te ignora?
Cosas como esta a menudo suceden porque nos comunicamos incorrectamente. Pongamos un ejemplo: si quieres que tu hijo haga algo pero le das varias órdenes a la vez, ¡por favor, recoge los juguetes, cepíllate los dientes, ponte el pijama y vete a la cama!
Lo más probable es que el niño haga lo primero o lo último que escuche, según la atención selectiva que tenga o lo que más le convenga.
Tu hijo te ignora ¿Cómo debemos comunicarnos?
Si tu hijo te ignora primero, al hablar, debemos ser específicos y precisos, deben decirse exactamente en una frase, ¡es hora de cepillarse los dientes!
- También puedes darle dos opciones, por ejemplo, es hora de cepillarte los dientes, ¿te gustaría cepillarlos con este cepillo o con el azul? De esta manera puede darse cuenta de que está tomando su propia decisión, pero al mismo tiempo te obedece.
- Compasivo y firme cuando das la orden hay que mirarlo a los ojos y tocarle las manos, decirle lo que tiene que hacer, recordándole lo positivo que es hacer eso, lo que le mandas amable y ordenado (usando un tono motivador) llama la atención del niño sobre el hecho que hay funciones que deben realizarse porque le traerán algún beneficio positivo.
- Si ya era hora de dormir y estás entretenido en otra cosa, tienes que dejárselo claro, ¿es hora de dormir y sigues jugando? Vamos juntos a guardar los juguetes que yo te ayudaré, pero debes recordar que esta no es una hora para jugar, sino para ir a dormir. ¡Entonces se le dice con voz firme si nos vamos a la cama ahora!
- Ten un tiempo específico para cada tarea que necesites hacer para dormir, cepillarte los dientes, hacer actividades manuales, leer un libro, recoger juguetes y organizar tu habitación. Estos hábitos se pueden infundir, incluso cuando se trata de bebés. Te acostumbrarás y los pequeños se volverán mucho más independientes.
La comunicación gestual y los gestos con las manos son muy útiles para que interpreten cuándo puedes estar enojado o feliz. Así que cuando le des una orden por primera vez, fíjate en la forma gestual al comunicar, cuando sonríes y cuando le hablas en un tono agradable, probablemente disfrutarás haciéndolo y puede que el peque entienda que seguir las órdenes puede ser divertido.