Existen ciertas características que distinguen a los niños con déficit atencional en niños, y para eso los padres debemos estar atentos, de esta manera podremos darle el tratamiento y trato adecuado y oportuno, donde la familia juega un rol muy importante.
Con un niño que le cuesta concentrarse y que desvía su atención hacia cualquier cosa, muchas mamás se preguntan qué hacer, especialmente cuando sus hijos deben hacer las tareas. Si este es tu caso, el psicólogo infanto-juvenil de la Universidad Gabriela Mistral, Ariel Garay nos explica sobre este trastorno, el cual también puede darse con hiperactividad y con un difícil manejo de los impulsos.
¿Por qué un niño es diagnosticado con TDA?
Como lo explica el psicólogo infanto-juvenil Ariel Garay, el origen de esta patología se da por factores biológicos, psicológicos y sociales. Biológicamente influye la genética, especialmente si los padres tienen dificultades para controlar los impulsos. Psicosocialmente, cobran importancia variables culturales, sociales y familiares.
- El trastorno se manifiesta desde que el niño es lactante, se puede notar en el dormir, con perturbaciones, movimiento y pocas horas de sueño.
- Otras características son: irritabilidad, actividad excesiva, llanto, problemas de apetito y comer rápidamente.
“Todo esto hace que para los padres sea difícil llevar una relación positiva y afectuosa. No se puede prevenir propiamente tal, pero si darle un desarrollo positivo al niño”, afirma el experto.
Existen tres tipos de este síndrome, dependiendo del grado de hiperactividad e impulsividad que presente el niño:
- Trastorno por Déficit de Atención con Hiperactividad: con predominio de la hiperactividad e impulsividad.
- Trastorno de Déficit de Atención: con dificultad para poner atención en actividades.
- Trastorno de Déficit de Atención combinado.
Principales características
- Actividad inapropiada y/o excesiva, en la cual los movimientos son sin motivo.
- Escasa capacidad para mantener la atención, puede ser durante pocos segundos, aunque también logran concentrarse en actividades de interés, como ver televisión o jugar.
- Dificultad en la relación con los otros.
- Problemas para interactuar sanamente, ya que algunas veces son rechazados y aislados por el resto, debido a la impulsividad. También se da en la relación con los padres.
- Problema para controlar los impulsos.
Tratamiento
El método más conocido para controlar a estos niños es el Ritalín, medicamento que ayuda a que sus funciones cognitivas, conductuales y sociales mejoren. “Muchas veces los padres se asustan de este tipo de fármacos pero éstos han evolucionado y prácticamente no hay efectos secundarios”, dice el psicólogo Garay.
Además existen terapias naturales como Gamalate B6 y Omega 3. Asimismo, las sesiones de Flores de Bach pueden ayudar en el tratamiento.
Para que el niño tenga un mejor aprendizaje, el psicólogo recomienda:
- Dividir las tareas que realiza en el colegio en pequeñas partes, ya que de este modo sentirá que tiene éxitos.
- No tener al niño demasiado tiempo frente a una actividad, sino más bien períodos cortos.
- También, sus profesores pueden darle responsabilidades que le sean fáciles de asumir y lograr.