Técnicas para estimular el apetito del niño

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Resulta importante que los papás sepan sobre los alimentos más consumidos por su hijo, con tal que puedan, en una eventualidad, sustituir unos por otros.


A veces, el niño puede tener momentos en los que no quiere seguir comiendo del mismo modo en que estaba habituado a hacerlo o puede que también ya no le gusten determinados alimentos que antes sí disfrutaban. Esto puede deberse a una causa pasajera, como lo podría ser la salida de los dientes. De forma inquietante para los papás, no siempre cuentan con una explicación que los satisfaga.

La inteligente manera de sustituir alimentos

En ocasiones los papás pueden preocuparse cuando su hijo ya no quiere seguir tomando leche y esto, porque los pediatras siempre aconsejan que los pequeños la consuman. Así, lo recomendado es que, por lo menos, el niño consuma medio litro diario, con el propósito de tener un adecuado aporte de calcio.

Si la situación es ésta, entonces los papás no deberían complicarse, porque si el niño no quiere tomar leche, entonces pueden sustituirla por sus derivados. De este modo, puede alimentarse con yogures o queso y podrá tener un aporte de nutrientes similar.

Por eso resulta importante que los papás sepan sobre los alimentos más consumidos por su hijo, con tal que puedan, en una eventualidad, sustituir unos por otros.

Otras útiles maneras

Si los papás desean que el niño coma, pueden considerar los consejos siguientes:

Pueden sustituir alimentos que al niño más le gusten, pero preocupándose que sean aquellas comidas, un real aporte nutritivo y no hacerlo sólo por capricho del pequeño.
No es aconsejable que los papás le ofrezcan alimentos porque sí. Es decir, puede que el niño simplemente, no tenga hambre y punto.
Es importante que le creen un ambiente que le resulte agradable al niño, aunque, eso sí, sin desviarle la atención respecto de alimentarse.
Es muy bueno para el pequeño que sus papás le hagan disfrutar de lo que está comiendo, así como también, de la compañía que tiene en la mesa. Por eso, es positivo que lo sienten a la mesa junto con ellos y de este modo, pueda adquirir buenos hábitos y por cierto, pasar un momento muy agradable junto a su familia.

El horario es un tema que los papás no deben descuidar, porque ellos deben manifestar un respeto por los horarios naturales del niño. Vale decir, el pequeño debiese comer sólo cuando tenga hambre y no, porque sus papás crean que puede sentirla.
Así como deben respetar los horarios, también no deben exagerar en cuanto a la cantidad de comida. No es bueno un plato lleno de alimentos, resulta mucho mejor que le brinden uno con lo necesario y de este modo, si el niño lo desea, puede repetir.
Poner un límite en cuanto a la cantidad de agua y también de pan, que se utilizará para acompañar la comida.
Habrán de invitarlo que coma antes todo aquello que le resulta desagradable y luego, vaya por todo eso que le gusta.
Es importante que los papás incorporen al niño en la actividad propia del arte culinario. Es decir, que ayude a poner la mesa, que pueda cocinar o ayudar en eso, pero de un alimento en particular, en fin.

Existen alimentos que les producirá trabajo consumirlos, como el caso de verduras y pescado. En este caso, los papás podrían trozarlos o hacer que los coma a modo de puré. A veces, el niño no querrá comer, pero en otras oportunidades, sí estará muy complacido de hacerlo y por eso, se portará bien.

Por cierto que esto ocurre y cuando tenga lugar, los papás debiesen elogiar este tipo de conductas. De esta forma, el pequeño las repetirá. Si lo hace, el acto de comer será agradable tanto para él como para los papás.

Alimentarse, no es sólo comer

La necesidad de alimentos que el niño tiene de forma diaria, no sólo se llena con alimentos en sí, sino que mediante buenas y sanas conductas.

Para llegar a eso, los papás tienen que conocer lo que a sus hijos los satisface en cuanto a alimentación.

No es bueno que los papás vivan tensionado porque el pequeño no desee comer o deje de gustarle un alimento que antes consumía con placer. Por el contrario, les resulta mejor observar el modo en el cual el pequeño se va desarrollando de un modo correcto.

Observar también, la manera en la cual su hijo va incorporando hábitos determinados para dar por satisfechas sus propias necesidades alimenticias.

En este sentido, es mejor ayudarle a construir a él mismo el modo en el cual se quiere ir relacionando con el acto de la alimentación.


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