Las tareas dirigidas tienen gran importancia en el desarrollo de las habilidades cognitivas de los niños, pues sirven de complemento a la educación formal, tal y como señalan algunos docentes egresados de la Universidad de Los Andes (ULA).
De acuerdo con profesores y maestros egresados de esa casa de estudios, los centros que ofrecen este tipo de servicios son ideales para que los chicos aprovechen su tiempo libre, porque pueden solucionar problemas matemáticos o lingüísticos en un entorno íntimo.
Esto último se debe a que los muchachos pueden expresar sus dudas, en un ambiente de gran privacidad, frente a un facilitador de conocimiento con el que guarda una verdadera relación de amistad.
Beneficios de las tareas dirigidas
El sitio web Educcacion, con sede en Ecuador, realizó recientemente un estudio para determinar cuáles son los beneficios que producen las tareas dirigidas en los infantes y determinó que son ideales para que los menores de edad desarrollen su personalidad sin obstáculos, pues se sienten más seguros fuera de la escuela tradicional.
Entre los beneficios que otorga este tipo de preparación intelectual se encuentran los siguientes:
- Fomenta la libertad de pensamiento. Los niños que asisten a estas clases privadas tienen más seguridad de sí mismos y participan frecuentemente del intercambio de ideas.
- Disciplina. Los jovencitos se amoldan a seguir reglas para vivir en un lugar en el que reine el respeto. El amoldarse a unos parámetros también los insta a forjar buenos hábitos de estudio.
- Fortalece la amistad. Los «reyes de la casa» se caracterizan por perder el egocentrismo al momentio de participar en tareas dirigidas, al punto de que se convierten en seres más sociales pues generan relaciones de amistad.
- Capacidad de adaptación. Los pequeños ciudadanos se convertirán en seres que se amoldarán fácilmente a nuevos lugares con el transcurrir de los días.
¿Por qué son importantes este tipo de actividades?
Mónica Pardo, licenciada en Educación y experta en psicopedagogía, opinó sobre la importancia de las tareas dirigidas en tiempos en los que el excesivo uso de los dispositivos digitales se convirtió en habitual y la enseñanza de forma presencial, apenas, empieza a retomarse tras la pandemia COVID-19.
«Las tareas dirigidas mejoran las capacidades cognitivas de los chicos, sin importar su clase social, siempre que ellos tengan disposición a aprender. Esto ocurre porque, a veces, los padres no cuentan con el tiempo necesario para ayudar a sus hijos con la realización de tareas y muchas veces los maestros se apresuran al momento de impartir los contenidos para cumplir con un programa. En cambio, cuando los muchachos pueden contar con alguien paciente que les aclare sus dudas en diferentes áreas del saber, se sienten más capacitados para aprender”, explicó Pardo a Diario Avance.
Deisy Montilla, psiopedagoga egresada de la Universidad del Valle de Momboy, respaldó la opinión de Pardo y espera que los papás puedan incluir a los infantes en centros de enseñanza informales para ampliar sus conocimientos.
«Las tareas dirigidas tienen la finalidad de reforzar las habilidades, potencialidades y conocimientos previstos en el diseño curricular, pues complementan la educación y el aprendizaje del aula; a la vez que
representan una alternativa de solución a las nuevas realidades sociales constituyendo un espacio de apoyo a la familia al compartir la responsabilidad en la formación de los niños», indicó Montilla a Sustentabilidad al Día, revista digital disponible en la biblioteca virtual de la ULA.