Cómo son las rabietas de los niños (Incluye vídeo)

cómo son las rabietas de los niños

Durante la crianza de nuestros hijos se presentan situaciones que nos disgustan y a veces no sabemos cómo actuar para corregir lo que nos parece que es una pataleta o mala contesta por parte de ellos. No debemos confundir un enojo cualquiera con una rabieta.

Incluso, si tu niño se deja caer al suelo pataleando o se pone tan rígido que no puedes sentarlo en su coche, no necesariamente estás en presencia de una auténtica rabieta.

Las rabietas de los niños pueden compararse con un golpe eléctrico, una vez que comienza no puedes interrumpirla, ni tampoco tu hijo podrá detenerla a voluntad.

Las rabietas y sus causas

La rabieta es una explosión que libera una gran cantidad de tensión causada por una carga de frustración que se ha estado acumulando en el niño, habitualmente acompañada de ansiedad o hasta miedo.

Esta tensión puede irse acumulando poco a poco, de manera que te darás cuenta que la rabieta se está incubando, por ejemplo, esto podría empezar a pasar durante la tarde y detonar antes de irse a la cama. En otras ocasiones la rabieta llega de forma tan rápida y sorpresiva que será posible que no lo intuyas en absoluto, se presentará como un verdadero cortocircuito.

Puede que la rabieta sea muy desagradable para ti, pero sin duda para el niño es mucho peor. Es valioso que tengas presente que mientras dure la rabieta, tu hijo estará agobiado por lo que siente, pudiendo llegar a inquietarse por las sensaciones impulsivas que lo embargan y que le cuesta controlar.

Características de las rabietas

Los niños pueden tener las rabietas de modo muy distinto, pero lo más probable es que cuando las haga, repita ese patrón y se comporte similarmente en todas.

Algunas formas de rabieta son:

  • El niño corre descontroladamente por la habitación, alzando la voz y sin importar lo que haya por delante, posiblemente chocando contra las paredes o muebles grandes, si no es resguardado.
  • Se deja caer al suelo violentamente dando patadas y golpes con las manos, gritando como si estuviera peleando con cualquiera en su entorno. Se debe tener cuidado si se trata de levantarlo o tomarlo en brazos, porque los golpes pueden ser muy fuertes pero sin mala intención.
  • Puede gritar una y otra vez sin detenerse ni un instante, quedando ronco o provocándose arcadas hasta vomitar.
  • Es probable que llegue a gritar fuerte y durante tanto tiempo que se ponga azulado al quedarse sin fuerza para volver a tomar aire, esto le puede provocar el quedar inconsciente. Estas son rabietas de apnea (cuando deja de respirar); es casi imposible que el niño esté corriendo peligro, porque en estos casos los reflejos de su cuerpo lo forzarán a respirar.

¿A qué edad empiezan las rabietas y cuándo terminan?

Los niños pueden comenzar a presentar este tipo de comportamiento entre uno y tres años de edad aproximadamente, sin embargo, hay algunos bebés que pueden tenerlas desde los nueve meses.

Asimismo, hay pequeños de cuatro años que continúan teniéndolas, exponiéndolos a una conducta problemática.

En Facemamá podrás encontrar el artículo que te dará las herramientas para para saber cómo controlar las rabietas, teniendo resultados positivos para ti, y aún más importante, para tu hijo.

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