Si tienes un niño intenso, probablemente lo sepas. Llámalos animados, emocionalmente intensos, difíciles, con grandes necesidades o desafiantes… no importa.
Características de un niño intenso
Si todavía tienes dificultades para determinar si tu hijo es intenso o simplemente se porta mal, como todos parecen pensar, tomate unos minutos para analizar estas características. ¿Ves a tu hijo descrito? Probablemente estés lidiando con un niño emocionalmente intenso que solo necesita un enfoque de crianza diferente.
Un niño Intenso es:
Sensible: Los niños intensos pueden ser muy conscientes de los estados de ánimo de otras personas y cosas como texturas, ruidos, olores y luces. Las fiestas son un desafío. Las grandes tiendas pueden ser abrumadoras y sobre estimulantes.
Vestir a los niños sensibles se convierte en un problema, ya que notan todos los días, costuras y puntos ásperos. Las texturas de los alimentos pueden ser un problema: alimentos suaves, alimentos ásperos, alimentos que se tocan, alimentos con salsa, alimentos sin salsa… el niño sensible lucha con las comidas.
Emocional: El niño intenso siente todo profundamente. Los días son los MEJORES o los PEORES. No hay término medio. Algunos pueden ser ruidosos y dramáticos. Otros pueden ser realmente callados e introspectivos. Ya sea que se enfoquen hacia adentro o hacia afuera, sus emociones son poderosas. La vida, sin embargo, se vive con exuberancia.
Perseverante: Los niños más persistentes, los niños intensos tienen una mente de un solo camino cuando deciden sobre algo. Es prácticamente imposible hacer que cambien de opinión. Pueden estar orientados a objetivos, lo que, si se canaliza adecuadamente, puede ser un rasgo asombroso. Sin embargo, si se los deja solos, los niños intensos pueden volverse exigentes y tratar de intimidar a los demás para que acepten lo que sea que hayan decidido.
Perceptivo: A veces, es difícil para un niño intenso calmarse y encontrar algo sobre lo que tomar una decisión. Hay tantas cosas que suceden a su alrededor en el mundo.
A los niños como estos a menudo se les diagnostica erróneamente como ADD / ADHD porque parece que no pueden concentrarse. La realidad, sin embargo, es que están ocupados concentrándose en todo: ven, sienten y escuchan cosas que los demás se pierden.
No se siente cómodo con la transición: Cambiar de una actividad a otra puede causar mucha angustia. Y, dado que las transiciones ocurren TODO el día, TODOS los días, la forma en que el niño intenso maneja cada una puede tener un gran impacto en el resto de la familia.
Los niños pequeños intensos pueden ser pegajosos o tener ansiedad por separación, mientras que los mayores pueden enojarse y frustrarse cuando necesitan detenerse y hacer otra cosa.