¿Qué es el síndrome del niño rico?

Qué es el síndrome del niño rico

La riqueza material no trae riqueza emocional. El síndrome del niño rico es real, y por eso queremos contarte todo al respecto. ¿Qué es el síndrome del niño rico? Vivimos en una sociedad de consumo extremo. No es ningún secreto que la sociedad nos presenta numerosos productos que nos hacen creer que seremos felices una vez que los tengamos.

¿Es eso realmente la felicidad?

Niño no le des tanta importancia a las cosas. De hecho, para un niño, los objetos materiales son solo una forma de divertirse, nunca un fin en sí mismos.

Sin embargo, está llegando a un punto crítico en el que los niños ahora están siendo educados por elementos materiales. Así nace el síndrome del niño rico.

Síndrome del niño rico

El síndrome del niño rico es un trastorno asociado a niños que ha crecido en entornos de sobreprotección y compensación material en lugar de atención, tiempo o afecto.

No necesariamente tiene que darse en familias adineradas, sino también en familias de clase media que utilizan estos recursos materiales como método de crianza de los hijos.

Los afectados por este síndrome del niño rico suelen presentar el comportamiento de un niño mimado que se cree con derecho a todo y no pide, sino que exige. Tienden a ser  niños perezosos que tienen muy poca tolerancia a la frustración. No saben cómo gestionar que no les den lo que piden. También tienden a ser violentos y muestran rabia cuando no consiguen lo que quieren.

Consecuencias del síndrome del niño rico

Estos niños terminan sufriendo varios problemas en el desarrollo de su personalidad. Cuando estos niños crecen, por lo general tienen:

  • Baja autoestima. Estos niños no han podido desarrollar su potencial, ya que siempre se les ha dado todo sin tener que hacer nada ni esforzarse.
  • Mala gestión emocional. No saben qué hacer con sus propias emociones y provocan una sensación de desagrado. Nadie les ha dicho qué hacer cuando están tristes, enojados o felices, por lo que carecen de herramientas de gestión emocional.
  • Muy baja tolerancia a la frustración. No entienden que hay veces que no consigues lo que quieres y que las cosas no siempre salen como esperas.
  • Agresión. Presentan altos niveles de agresividad debido a los puntos mencionados anteriormente. Suelen tener problemas de conducta en el ámbito escolar, familiar y social.
  • Consumo de alcohol y drogas. Un alto porcentaje de los adolescentes criados en estos contextos tienen problemas con el alcohol o la marihuana.
  • Bajo rendimiento académico. Suelen mostrar bajo rendimiento escolar ya que no tienen la capacidad de visualizar metas en la vida.

Las cosas realmente importantes de la vida no se miden con objetos materiales ni se consiguen con dinero.

¿Responsabilidad de los padres?

En muchos casos, los padres son los culpables de este síndrome. En un intento de introducir a sus hijos en esta sociedad de consumo, muchos padres creen que lo importante es que sus hijos lo tengan todo,  y si tienen dos de todo, mejor.

Así, proporcionan a los niños numerosos juguetes, móviles de última generación y un sinfín de ropa que en realidad no necesitan. Muchas veces los padres lo que quieren es nada más que compensar el tiempo que no pueden dedicar a su hijo, y compran cosas para suplir su ausencia.

Sin embargo, se trata de un grave error que puede tener consecuencias desfavorables para los niños. Además, muchos de estos padres se caracterizan por ser muy permisivos con sus hijos, lo que conlleva a la falta de límites y al poco cumplimiento de las normas.

¿Qué se puede hacer para evitar el síndrome del niño rico?

El tiempo que pasas con tus hijos debe ser de alta calidad. Es comprensible que trabajar sea una necesidad, pero el tiempo que pasa con tus hijos debe ser el mejor momento del día para todos. Trate de usar este tiempo para jugar con ellos y también ayudarlos con la tarea.

Establecer normas. Los niños necesitan límites y reglas que les ayuden a diferenciar lo que es bueno para ellos y lo que no lo es. No se trata de ser autoritario; hay mil maneras de educar correctamente sin llegar a eso.

Recompensa su esfuerzo. Enseña a tus hijos que con esfuerzo podrán alcanzar muchos de sus objetivos. Para ello, ayúdalos a descubrir sus cualidades y empodéralos. Además, puedes premiarlos cuando cumplan su objetivo, siempre que el premio sea apropiado para su edad y no sea excesivo.


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