Ser padres no es fácil, no somos perfectos y los niños no nacen con un manual de instrucciones para criarlos de la forma más correcta. Sin embargo, cada núcleo familiar tiene su manera de educar a sus hijos y nadie dice que está bien o mal, lo importante es que crezcan en unión, tolerancia, disciplina, hábitos, valores y mucho amor.
También es cierto que hay chicos muy tranquilos y otros simplemente son más traviesos, por lo que ocasionalmente caemos en las comparaciones entre nuestros hijos y otros niños; incluso con sus hermanos mayores o menores.
¿Que pasa cuando comparamos a los niños con sus hermanos?
- Aunque es natural hacer esas evaluaciones o comparaciones entre los niños, estas pueden llegar a ser muy duras y quebrantar el autoestima de nuestros hijos.
- Las comparaciones harán que el niño se vuelva inseguro y pierda la confianza en sí mismo.
- Nace la envidia y los celos entre hermanos, lo que acarrea rivalidades y discusiones frecuentes.
- Cada niño es único y debe ser valorado tal como es.
¿Por qué comparamos a los niños con otros?
- Quizás no lo hacemos con mala intención, a veces, sucede que queremos estimular o motivar al niño en el desarrollo de sus habilidades.
- Por el deseo de moldear al niño con cualidades de otros chicos que quizás tienen la personalidad que queremos que tengan nuestros hijos.
- Creemos que puede ser beneficioso que el niño se refleje en el comportamiento de sus hermanos u otros niños.
¿Cómo evitar las comparaciones?
Cada núcleo familiar debe aceptar y valorar a sus hijos, está en nuestras manos su crianza y desarrollo físico y emocional, entender que los niños pasan por diferentes etapas evolutivas durante su crecimiento y estas deben ser atendidas en su momento con el mejor criterio posible.
- Es importante aceptar al niño y hacerle ver lo importante que es.
- Podemos identificar, describir y corregir conductas particulares del niño sin tener que compararlo con sus hermanos o chicos de su entorno.
- Las cosas que se necesiten decir, se pueden hacer directamente con el niño, sin involucrar o comparar con terceros.