Morderse o comerse las uñas es un hábito común en las personas nerviosas; en los niños se toma como normal, por diversas razones: curiosidad, apatía, aburrimiento, costumbre o drenar el estrés. En este artículo te explicamos por qué los niños muerden sus uñas y qué debemos hacer los padres.
A esta acción se le conoce como onicofagia y es una manía muy frecuente que se experimenta desde la infancia, sin embargo, debemos corregir a los chicos a tiempo y erradicar el hábito de comer o morder sus uñas para evitar que sea una costumbre hasta la edad adulta.
La mayoría de los psicólogos afirman que aunque la mayoría de los niños que muerden sus uñas suelen dejar el hábito al inicio de la adolescencia, existe un 25% de jóvenes que lo continúan haciendo y un 10% de personas en edad adulta que aún recurren a ésta conducta en cuadros de estrés, nerviosismo o apatía.
Por qué los niños muerden sus uñas
¿A qué obedece esta conducta?
- Terapeutas explican que su enfoque puede estar dictaminado por la brusca extinción del hábito de chuparse los dedos.
- Puede determinar una alteración emocional subyacente.
- Se asocia al trastorno obsesivo y compulsivo.
- Finalmente, los especialistas lo relacionan en última instancia al trastorno dismórfico corporal.
El famoso doctor norteamericano Benjamin Spocken, añade que es normal que en las familias más de una persona presente esta alteración. Si el niño no pierde la costumbre de hacerlo por sí solo, debemos utilizar herramientas sencillas para ayudarlos a dejar la manía cuando se prolonga demasiado.
¿Qué hacer?
- Según la teoría de Spock, lo principal es descubrir que lleva al niño a tener este comportamiento.
- Entender las razones de la angustia o estrés a los que se ve sometido el niño.
- Preguntar a sus profesores si nota alguna conducta irregular.
- También es importante explicarle al niño las ventajas de tener las uñas cuidadas y exponerle que al evitar morder sus uñas sus dedos no se deformarán.
- Haz un pacto de complicidad con tu hijo, cuando esté frente a otras personas e involuntariamente comience a morder sus uñas, intenta guiñarle el ojo, para que entienda que no está bien hacerlo.
- Cuéntale sobre los riesgos e infecciones que pueden presentarse a través de este mal hábito.
- No debemos utilizar castigos o llamados de atención, la mejor manera es motivar al chico a abandonar la conducta durante la edad escolar.
- Déjalo que se relacione con el entorno, al ver que otros chicos no lo hacen, el dejará de hacerlo por voluntad propia.
- Hagamos que el niño lleve una vida tranquila y duerma las horas necesarias.
- Enséñale a clasificar sus emociones y expresar sus problemas.
- Cuando notemos que está nervioso, procuremos darle algún objeto que le mantenga las manos ocupadas.
- De no funcionar estas herramientas, acude a terapia o con un psicólogo para un tratamiento avanzado y supervisado.
