La arrogancia es una actitud prepotente y prepotente hacia los demás. Es una cualidad que tiene una connotación muy negativa. Asociamos ser arrogantes con ser irrespetuosos y tratar mal a los demás mientras nos presentamos como buenos, si no mejores. Por supuesto, también hay orgullo en los niños.
Niños arrogantes: ¿Puedes hacer algo al respecto?
Sí, definitivamente puedes hacer algo al respecto. Nadie nace arrogante. Yo egocéntrico sí, pero no arrogante. Por suerte, hay algunas cosas que podemos hacer para ayudar a nuestros hijos a no ser arrogantes y tener una actitud sana y objetiva hacia ellos mismos y hacia los demás:
- Llegar al fondo de las causas. Cuando los niños son arrogantes, debemos investigar con urgencia las causas. ¿Se debe al desarrollo pubertad? ¿Estamos enseñando a nuestros hijos demasiada competencia? ¿Les hemos enseñado lo que es el respeto?
- Mostrar límites. Nosotros mismos debemos tratar con la mayor calma posible el comportamiento arrogante de nuestros hijos. Sin embargo, es importante mostrar a nuestros hijos nuestros límites y las consecuencias de su comportamiento. No siempre todo es genial y está bien, pero el comportamiento me molesta, me molesta o posiblemente me lastima.
- Exigir respeto. Mostrar respeto depende mucho de la edad de tu hijo. En primer lugar, es importante que enseñemos a nuestros hijos qué significa el respeto y cómo pueden ser respetuosos. Si estamos seguros de que nuestros hijos saben qué es el respeto y cómo comportarse respetuosamente, entonces es igual de importante exigir ese respeto. Por supuesto, esto tiene mucho que ver con el punto anterior sobre el establecimiento de límites. También debes mostrar a nuestros hijos que lo que hicieron o dijeron estuvo mal y que nosotros también somos seres humanos que merecemos respeto. Después de eso, podemos señalar a nuestros hijos qué otras opciones podrían haber tenido. Sería mejor discutir estas formas alternativas con el niño. Por supuesto, las discusiones, el mal humor y los traspiés suceden de vez en cuando, pero eso no significa que esté bien y que debamos soportarlo en silencio. Ni nuestros hijos ni nosotros.
- Presta atención. Puede sonar un poco extraño, pero la atención suele ser la clave para una interacción respetuosa. Por supuesto, nuestros hijos reciben mucha atención, pero todavía nos sucede en el trabajo diario que ya no les damos a nuestros hijos mayores la atención que realmente necesitan. El nivel de necesidades de atención disminuye naturalmente a lo largo de los años de la niñez, pero eso no significa que los niños mayores y los adolescentes necesiten poca o ninguna atención. Simplemente cambia las áreas donde necesitan nuestra atención. Es más, por lo general les resulta difícil preguntar al respecto. Pero la atención tiene mucho que ver con el reconocimiento y el respeto, por eso es importante para nuestros hijos de todas las edades que pasemos tiempo con ellos y creemos hermosos momentos juntos.
- Seguridad. La seguridad es la necesidad básica número uno después de las fisiológicas que tienen nuestros hijos. Y lo mismo se aplica aquí: la seguridad es importante para todas las edades. A veces, la falta de seguridad se encubre con arrogancia. Por así decirlo, no muestres debilidades. Brindar seguridad es por tanto un elemento básico para que nuestros hijos puedan desarrollarse en todos los ámbitos y también puedan aprender una sana imagen de sí mismos y el respeto por los demás. El apego seguro se refiere al vínculo entre padres e hijos. También tiene una influencia significativa en la sensación de seguridad de nuestros hijos y les ayuda a descubrir y aprender cosas nuevas ya ser capaces de afrontar constructivamente los contratiempos. Descubre si tui hijo tiene un apego seguro. Cómo y cuándo elogiamos a nuestros hijos importa, especialmente cuando se trata de arrogancia y autoestima inflada.
- Mostrar respeto y aprender. Aunque a veces es difícil para nosotros, especialmente cuando nuestro hijo es arrogante y autoritario, debemos tratarlo con respeto. A través de nuestro ejemplo, enseñamos a nuestros hijos las habilidades esenciales, incluido el respeto. No debemos esperar que nuestros hijos respondan con respeto a la falta de respeto. Por lo tanto, incluso si nos resulta difícil en algunas situaciones, debemos seguir siendo respetuosos.