Todos tememos que nuestros hijos sean manipuladores, que todo lo consigan llorando y que nos falten el respeto. Cuando vemos a un niño así, pensamos “¡Pobres papás!” y aseguramos que nosotros trataríamos de otra forma a nuestros niños. Aquí te damos algunas luces de cómo hacerlo. Reglas básicas para lograr la disciplina infantil.
La mayoría de los niños presentan problemas de conducta que pueden ocurrir a cualquier edad, y es responsabilidad de los papás darles una solución.
¿Por qué es tan difícil disciplinar a los hijos? Porque es un tema muy delicado. No podemos ser en extremo estrictos y controlarlo todo, pero tampoco demasiado permisivos. Cuando se encuentra el equilibrio, los niños son respetuosos, afectuosos y se portan bien.
Reglas básicas para disciplinar a los niños
- Cada miembro de la familia tiene responsabilidades. Los niños deben saber que en la familia existe un sistema de ayuda recíproco, donde todos se apoyan y colaboran. Incluso el bebé puede «ayudarte» a tomarlo, si levanta sus bracitos hacia ti.
- Debe existir un respeto mutuo. Algunos padres se quejan de que los niños no los escuchan, cuando lo cierto es que ellos no escuchan a sus hijos. Debes dar el ejemplo desde el principio para que le enseñes a comportarse bien.
- Sé constante. Si quieres criar a un niño con fortaleza emocional debes ser constante y firme con relación a las reglas y tareas que le des. Es mejor darle una única tarea que no exigirle absolutamente nada. Así el niño entenderá que se espera que sea responsable.
- No siempre la vida es color de rosa. Según los expertos, los papás temen decepcionar a sus hijos, evitándoles cualquier frustración y dándoles todo lo que quieren. Pero si hacen eso, los niños no podrán desarrollar las habilidades psicológicas esenciales para su felicidad. Por ejemplo, si tu hijito se enoja porque a su hermanito más pequeño le tocó un castigo diferente, puedes decirle: «Veo que te parece injusto y entiendo que te enojes, pero la vida no es siempre justa».
Herramientas para disciplinar a tu hijo
1) Amor en abundancia
Edad: De recién nacido a 1 año (¡y mucho más!).
Cómo funciona: Quizás te preguntes si estás malcriando o consintiendo a tu bebé por tomarlo cada vez que llora. Sin embargo, los especialistas dicen que a los bebés no se les debe poner límites, ya que responder a las necesidades de tu bebé no es consentirlo; es imposible mimar demasiado a un bebé.
En efecto, mientras más amor le demuestres, mejor persona será. El bebé confiará en sus padres, y sabrá que siempre estás presente para responder a sus necesidades. Esta confianza permitirá que en el futuro, tu hijo sea seguro y no ansioso, y sabrá que los límites que le pones son confiables y entenderá que lo quieres aunque lo corrijas.
Cómo usar esta herramienta: Tu bebé de 4 meses llora, a pesar de que le diste pecho recién. Te sugieren que la dejes llorar, pero en realidad su llanto es la manera que tiene de decirte que necesita algo. Lo mejor es que la tomes y le prestes atención, o la acunes y le cantes. El bebé necesita saber que tú estás ahí para él.
2) Elimina y sustituye
Cómo funciona: En esta etapa los niños aprenden haciendo. Es decir que si el niño tira un huevo al suelo, es porque quiere saber qué va a pasar, no porque quiera ensuciarlo todo.
Claro que esto no significa que le dejes hacer todo lo que quiera, ni mucho menos jugar con algo peligroso. Si ves que está haciendo algo que no debe, quítale ese objeto o llévalo a otra habitación. Sustituye el objeto por algo más seguro, que no ensucie o no se rompa. Así evitarás que se desespere.
No olvides explicarle lo que pasa, sin pensar que es muy chico para entenderte. Debe saber que algunos comportamientos son inaceptables y que, de ser necesario, tú le cambiarás de actividad.
Cómo usar esta herramienta: Tu niño de casi 1 año quiere morder las cuencas de tu collar favorito. En lugar de dejarlo (es peligroso porque se las puede tragar) o quitarle el collar a cada rato, dale un mordedor o un juguete para morder y dile «esto sí se puede morder«.
3) Arreglar juntos el problema
Cómo funciona: A esta edad el niño comienza a entender las consecuencias de su comportamiento, quiere decir que si tira el huevo al suelo 1 y otra vez, lo está haciendo intencionalmente y no sólo para ver qué pasa.
Si ves que te mira con expresión traviesa y luego hace algo que te enoja, es hora de reaccionar. Debes comenzar a enseñarle el concepto de ser responsable de sus acciones.
Cómo usar esta herramienta: Tu niño ha ensuciado todo el suelo con comida. Agáchate con él y pídele que te «ayude» a recogerla. Cuéntale lo que están haciendo: «Hemos tirado comida al suelo, así que tenemos que limpiar».
4) Refuerza lo positivo
Edad: 1 año en adelante.
Cómo funciona: Cuando tu hijo se porte bien, felicítalo. Fijarse en lo positivo en vez de lo negativo es un hábito que requiere un poco de práctica, pero da muy buenos resultados.
Cómo usar esta herramienta: Es la hora de la siesta y el niño no quiere acostarse. Elogia hasta el mínimo esfuerzo de su parte: «Qué bueno que dejaste de jugar cuando te lo pedí. Ahora podemos leer 1 cuento. Si te acuestas ahora, tendremos tiempo para leer 2«. Felicítalo por lo bueno que haga y recompénsalo con cuentos o canciones.
5) Solicita su ayuda
Edad: 1 a 8 años.
Cómo funciona: Según los expertos, los niños llegan al mundo programados para ayudar y cooperar. Lo que deben hacer los padres es aprovechar esta tendencia natural y esperar que quieran ayudar.
Un estudio de 2006 apoya esta idea. Investigadores del Instituto Max Planck de Antropología Evolucionaria en Alemania, descubrieron que, desde el año y medio, los niños demuestran cualidades altruistas y cooperativas. ¿Cómo? Un investigador fingía que le costaba tender una toalla con una pinza o apilar unos libros. Si al investigador se le caía la pinza o los libros, los niñitos corrían y le ayudaban. Pero si el investigador cometía esos mismos errores sin fingir que le costaba hacerlo, es decir, sin que pareciera necesitar ayuda, los niñitos no lo ayudaban. Entendían lo que significa ayudar a los demás.
Por lo tanto, haz que tu niñito participe a su manera en las tareas del hogar. Dependiendo de su edad, puede lavar una fruta, darle comida al perro o recoger un papel. Así le enseñarás a ser un buen ayudante, lo que en el futuro le ayudará a lograr una mejor salud mental según los expertos.
Puede que ésta no parezca una estrategia disciplinaria, pero verás cómo resulta cuando la empieces a aplicar. Al delegarle un «trabajo» a tu pequeño evitarás ciertas situaciones que podrían provocar una pataleta.
Cómo usar esta herramienta: Estás en el supermercado y tu hijo comienza a intranquilizarse. Muéstrale una caja de cereal y dile «Tengo que tener esto y necesito que me ayudes». Pásale la caja de cereal y deja que él la coloque dentro del carrito. También puedes pedirle que te ayude a encontrar los productos que necesitan.
6) Controla su rabia
Cómo funciona: A esta edad los niños tienen muchas rabietas porque aún no son capaces de controlar sus emociones. Lo 1° que debes hacer es permitir que el niño se tranquilice como pueda. Dale un abrazo, o por el contrario espacio para que logre calmarse él solito.
No trates de hablar al respecto hasta que haya pasado su tormenta emocional. Pero cuando esté más tranquilo, hablen de lo que ocurrió, aunque parezca que todo se ha solucionado. Rebobina la película y vuelve a la escena del crimen. Sólo así podrás corregir los errores cometidos.
Cómo usar esta herramienta: Tu pequeño no quiere vestirse y se pone como loco, tirando todos sus juguetes. Cuando se calme, llévalo hacia los juguetes y dile calmada pero firme que debe recogerlos. Si son muchos, dale una tarea pequeña “Tú recoge esos ositos y yo lo demás”. Quédate con él hasta que haya terminado su parte.
Si se niega o le da otra rabieta, el ciclo se repite, pero esta vez espera un poquito más hasta que se calme completamente, y asegúrate que sepa que hablas en serio. Dile que recoja los juguetes.
7) Háblale en su idioma
Cómo funciona: En ocasiones el secreto para que los niños se porten bien radica en que nos comuniquemos bien, de la manera más sencilla posible.
Esta estrategia de comunicación se conoce como la «regla de la comida rápida«: eres como el cajero en una ventanilla de comida rápida, ya que repites la orden y dices el precio. Usa frases cortas y mucha repetición, y gesticula mucho para mostrarle a tu niño que entiendes lo que quiere o piensa.
Cómo usar esta herramienta: Tu niño le quita la pelota a su hermanita. En vez de castigarlo o explicarle con tus palabras qué está mal (asumiendo que ha avanzado lo suficiente en su desarrollo como para comprender), repítele lo que crees que está pensando o sintiendo: «Tú quieres el juguete«.
Si reconoces sus sentimientos, lo ayudarás a tranquilizarse. Cuando se haya calmado lo suficiente para escucharte, dile en forma sencilla tu mensaje disciplinario: «Quitar no, pelota de tu hermana».
8) Obedece sus «no»
Cómo funciona: Los niños aprenden a decir «No» muy pronto. Y, aunque parezca mentira, una de las maneras de prevenir los incansables «no» es tomándolos en serio.
Cómo usar esta herramienta: Tu pequeño corre de un lado a otro con el pañal sucio, pero no quiere que se lo cambies. 1° pregúntale si quiere que le cambies el pañal, y si dice “no”, dile: «muy bien», y espera un poco. Luego, vuelve a preguntárselo, y si otra vez te dice «no», espera un poco más. Lo más probable es que a la 3°, te diga que sí, porque ya le molestará el pañal. Así notará que el «no» tiene valor, y dejará de decirlo automáticamente.