La ociosidad va en contra de los valores familiares de Chile y de todo el mundo, por lo que, como sociedad, normalmente, detestamos a los perezosos. Nadie quiere criar a un niño perezoso o que sea una carga y nos esforzamos para hacer de nuestros hijos, chicos productivos e independientes ¿Pero son realmente tus hijos niños perezosos?
Niños perezosos
Quiero desafiar la concepción general de los niños perezosos. La creencia común es que la pereza es un rasgo. Eres un vago. Esta perspectiva se conoce como «una psicología de la posesión». No obstante nosotros nos basamos en la psicología adleriana. La principal característica diferenciadora de esta teoría es que abarca una «psicología de uso». Eso significa que no nos importan los rasgos que tienes; nuestro interés está en cómo usas lo que tienes.
Entonces, ¿por qué ser perezoso sería psicológicamente útil para un niño? ¿Qué beneficio se puede obtener al elegir comportarse de esta manera?
Dado que la mayor parte de nuestra actividad psíquica ocurre en un nivel preconsciente, esto significa que tu hijo no es consciente de sus propios objetivos y motivaciones. Afortunadamente, como padres y clínicos, podemos buscar respuestas a la pregunta: «Si yo fuera este niño en esta familia con sus creencias únicas, ¿por qué podría ayudarme este comportamiento?»
1) Ser juzgado pobremente
¿Podría ser que tu hijo está tratando de salvar la cara siendo perezoso y no dando a las cosas su mejor oportunidad?
Si lo intentan, podría revelar sus insuficiencias e inferioridad. Sin embargo, si no lo intentan, tienen una excusa para su bajo rendimiento. Aquí está su proceso de pensamiento: “Ni siquiera estudié para ese examen de matemáticas, así que mi calificación del 48 por ciento no significa que soy estúpido, porque ni siquiera lo intenté. Sin embargo, si realmente lo intento y solo logro para obtener un 55 por ciento, entonces todos sabrán lo pésimo que soy en matemáticas”.
2) Sentirse importante
¿Podría ser que la falta de voluntad de tu hijo para esforzarse estimula una gran conmoción y preocupación de parte de los padres, maestros y compañeros de equipo? ¿Tanto que mantiene al niño como tema de conversación y preocupación? Los niños se sienten importantes si se les expulsa tanta energía. Después de todo, todo el mundo habla constantemente sobre sus hábitos matemáticos y de estudio, y los insta a continuar.