Tanto las películas, series de TV o los videojuegos abundan en contenido violento, en los que los niños participan directamente. Ven las armas como juguetes, las peleas como deporte o la sangre como simple utilería. Pero, ¿será inofensivo?
En realidad NO, porque estos mensajes violentos se instalan en sus mentes, tales como: “lucha a cuesta de todo”, “no importa lo que hagas con tal de cumplir tus objetivos”, “los buenos siempre ganan la pelea”.
Por otro lado, en esta era tecnológica, los niños pueden acceder a imágenes y videos con sólo un click. El peligro está en que la violencia puede ser compartida por otras personas que rodean a tus hijos, aunque ellos no manifiesten un interés notorio por esos juegos o películas.
Se ha investigado que los niños buenos pueden tender a comportarse violentamente cuando ven que un personaje bueno en una de esos formatos recurre a la violencia para resolver sus problemas. Sienten que es un medio justificado para un fin. Lamentablemente, esas tramas abundan en muchas historias actualmente.
¿Será bueno dejarlos aislados?
Poner a los niños en el interior de una burbuja puede parecer una solución, pero en realidad no siempre podrás controlar que no miren TV o que no jueguen videojuegos violentos.
Además, si los padres no están en el día con los hijos, difícilmente podrán conocer el contenido al que estos acceden, ya que por todos lados se les bombardea con este tipo de información. Pero no todo es tan triste, hay algunas herramientas que puedes usar para cuidar a tus hijos.
Existen sitios de internet que permiten a los padres leer con todo detalle qué programas o juegos son aptos para sus hijos. Uno de estos es el sitio Common Sense Media. Ahí pueden incluso encontrar recomendaciones para los tipos de entretenimiento que buscan.
En la misma línea, gran parte de las empresas de cable ofrecen la opción de bloquear canales o algún programa en particular que esté prohibido para los niños.
Una última sugerencia es grabar películas o series aptas para los pequeños y dejar que los vean cuando los papás no estén en casa. Así, siempre sabrán qué ven sus hijos y qué mensaje ingresa en sus cabecitas.