Las molestias en los oídos de los niños pueden ser muy comunes después de un día de piscina. Algunos especialistas aseguran que la otitis externa o la otitis del nadador es una infección del canal auditivo que transporta sonido del exterior del cuerpo hacia el tímpano.
¿Qué sucede cuando existe exceso de humedad?
El oído se puede irritar, abriendo la piel del canal y permitiendo la entrada de bacterias u hongos. Por esta razón la otitis del nadador ocurre por lo general durante el verano, cuando las personas nadan y están más expuestas a las prácticas acuáticas.
El problema surge porque algunos de los gérmenes son resistentes a estos sistemas de depuración y porque algunas personas tienen más facilidad para que esos gérmenes proliferen en su oído Externo.
Recomendaciones
- En los niños que tienen tendencia a sufrir otitis externas, si se puede escoger, es mejor la playa que la piscina. Los especialistas aseguran que las otitis externas son muy raras con agua marina.
- Si el niño va a ir a la piscina y tiene otitis externas con frecuencia debería usar tapones cuando se encuentre bien, aunque lograr que se lo ponga puede ser a veces labor imposible.
- Es raro que las otitis externas por agua de piscina provoquen fiebre pero, si lo hacen, debe ser valorado por si la infección está progresando al interior del oído y fuese necesario añadir antibióticos por vía oral.
- Es importante que tus hijos vayan a una piscina que cumpla con el mantenimiento adecuado.
¿Cómo se trata la otitis de las piscinas?
- Lo primero es acudir al profesional. El pediatra es quien en primera instancia explora y valora el oído y si debe derivarse al otorrino.
- El paciente no debe automedicarse. Ante un síntoma de dolor y de irritación del oído externo lo primero que debe hacerse es evitar seguir mojándose el oído.
- El tratamiento, prescrito por el especialista, se basa en gotas óticas, con antibiótico y corticoides.