Todas entendemos lo importante que es tomar al bebé en nuestros brazos, esto nos mantiene en contacto físico con ellos y a su vez se sienten protegidos. Para la mayoría de los pequeños, la solución a todos los problemas son los brazos de mamá, pero puede que él se vuelva más demandante y no nos de ni un respiro.
¿Cuándo es razonable tomarlo en los brazos?
Por naturaleza o por crianza, algunos bebés son más demandantes que otros, en la mayoría de los casos lloran, no por necesidades fisiológicas, sino porque se sienten solos, inseguros y quieren tener a mamá al lado.
Entonces, es común ver a algunas madres limpiar, comer, ir al baño, y hacer diversas actividades con el bebé en los brazos, esto genera que, cuando el niño nos pierda de vista, llorará profundamente por el simple hecho de no querer estar solo y nos limita o dificulta el hecho de realizar otras funciones.
¿Qué hacer cuando el bebé sólo quiere estar en brazos?
Cuando nuestros hijos están pequeños podemos entender sus exigencias y necesidades, así que esta dependencia que tienen hacia nosotros, es normal. Pero, a medida que van creciendo, debemos estimular su independencia y seguridad. Deben aprender a adaptarse y complementarse con su entorno y esto demanda mucha paciencia por parte de los padres.
- Estimularlo y acostumbrarlo paulatinamente a que se sienta seguro fuera de nuestros brazos.
- Adaptarlo a la cuna, estímulos externos, a la presencia de otras personas.
- Ofrecerles entretenimiento: Juegos, chupete, un trocito de galleta o frutas. Esto para que no sienta la necesidad de resolver todas sus necesidades en los brazos de mamá o papá.
- Crearle hábitos desde pequeños.
Los brazos y nuestro amor siempre serán fundamentales en el desarrollo y crecimiento del bebé, así que no debemos quitárselos por nada, lo importante es darle lo necesario o cuando sea razonable.
¿Y a la hora de salir de paseo?
- Muchos papás terminan irritados cuando los bebés piden que los carguen en los brazos, especialmente cuando papá y mamá van caminando. Ese comportamiento es muestra de cansancio o un aviso de que “es hora de volver a casa”.
- Si no hay manera de que tu pequeño vaya a la par con tus trayectos o no puedes llevarlo en brazos, lo mejor es que lo lleves en su coche de paseo, aunque él no quiera.
- Si lo cargas en tus brazos, aprovecha de abrazarlo, llenarlo de besos, estas muestras afectivas serán una recompensa emocional que mantendrán a tu pequeñito seguro de sí mismo.
- Ir en coche puede ser divertido, ya que tiene un asiento que está mirando hacia ti, le puedes cantar canciones, muecas o bromas, si el asiento mira hacia adelante puedes realizar otra actividad para que se entretenga.