Cada vez que vienen los abuelos, los tíos o los amigos de la familia, el pequeño recibe más y más regalos. Pero parece que no son suficientes, y temes que se convierta en un niño mimado. ¿Qué hacer?
Y, si los padres son separados, puede ser aún más preocupante, ya que los papás no saben cómo limitar el deseo de complacer cada capricho de su hijito.
Sugerencias al ir de compras:
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Él pide, pero tú decides
Tienes que escoger los regalos según su edad y gustos, pero sobre todo de acuerdo a tu presupuesto. No se le puede dar todo lo que exige, es más, privarlo de algunas cosas le ayuda a manejar la frustración y le enseña a vivir en el mundo real, donde las cosas no son gratis. También le evitas el desconcierto de tenerlo todo y no disfrutarlo.
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Juguetes educativos
El objetivo de los juguetes es que el niño aprenda a jugar y a compartir. Busca artículos que le enseñen cosas, que estimulen su creatividad; prefiere juguetes con los que interactúe, no sólo pantallas tecnológicas. No es que los videojuegos sean malos, pero no debe reducirse a ellos.
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Papás separados
Cuando hay 2 familias en juego, los regalos se duplican. Para que el niño no se acostumbre al exceso de regalos, los padres separados o divorciados pueden ponerse de acuerdo para que el niño reciba los presentes de una parte en determinadas fechas o fiestas y los de la otra, en ocasiones diferentes.
Procuren que el niño no los manipule. Es importante que hagan todo por contener a las respectivas familias por el bien del niño, y sobre todo para evitar chantajes.
Con cuidado, se pueden dosificar de modo racional los juguetes. Le proveerás la oportunidad de disfrutarlos gradualmente y no de forma impulsiva.