Básicamente va a depender de la frustración o los celos que sienta el niño, la angustia que puede representar el compartir el amor de sus padres con un nuevo hermano puede ser bastante fuerte para él y lo puede manifestar de diferentes maneras, entre ellas puede presentar regresiones. Las principales preocupaciones de los padres son:
- Si caminaba regresa a su etapa de gateo.
- Si controlaba sus esfínteres el niño puede volver a hacer las necesidades en su ropa.
- Si hablaba de una forma avanzada y acorde a su edad, con la llegada de su hermano puede empezar a tartamudear.
Cuando un nuevo bebé llega a una familia constituida solo por tres (madre, padre e hijo) el niño necesita ser preparado durante el proceso de gestación, porque necesitará el tiempo necesario para aprender a compartir el cariño de sus padres.
Con el nacimiento de un nuevo bebé los celos pueden ser normales siempre y cuando lo manifiesten dentro de un límite no tóxico. Por lo general durante los primeros años de vida los niños desarrollan ciertos apegos hacia sus padres, que desencadena un fuerte vínculo familiar que no les permite entender que el amor de sus papás es único, y que no disminuye con la llegada de un hermano.
Etapa de adaptación
- Permitirle que observe, cargue o acaricie a su hermanito cada vez que desee.
- Dejar para 1 o 2 meses después el mudar la cuna o las cosas del nuevo bebé a su cuarto, para que no se le junten demasiados acontecimientos.
- Pedir a los familiares y amigos que consientan a los dos niños por igual, así el bebé mayor no se sentirá desplazado.
Sí el bebé siente y percibe la llegaba de su hermano como un compañero de vida, con el cual podrá disfrutar y jugar, será mucho más fácil de aceptar su presencia. Cuando nace el segundo hijo los padres no deben olvidar que su primer niño también necesita de sus cuidados.