Muchos niños y adolecentes vuelven al deporte en sus colegios, pero sin la preparación adecuada.
Vale la pena mencionar que las primeras semanas de entrenamiento y actividad física tienen un mayor riesgo para un tipo de afección especial: LAS LESIONES DE SOBREUSO que de no tratarse, pueden acarrear graves efectos posteriores.
“En niños que entrenan habitualmente en selecciones, equipos, escuelas deportivas, esta afección habitualmente llega al 50% del total de lesiones (las otras son las lesiones agudas, como traumatismos, esguinces, fracturas, desgarros). Marzo, abril y mayo pueden llegar a acumular hasta el 60% de las LESIONES DE SOBREUSO de todo el año, esto en niños que no han optado por el sedentarismo en los meses de vacaciones. Por lo mismo es fundamental su prevención”, sostiene el Dr. Marcelo Sajuria, especialista en lesiones deportivas en menores.
En las LESIONES DE SOBREUSO, en general existe un mecanismo mínimo de energía sobre una zona o tejido, pero que en forma repetida o bajo ciertas condiciones, pueden provocar mucho daño.
La vuelta de vacaciones registra una serie de condiciones “ideales” para estas lesiones, que hacen que el entrenamiento normal o habitual pueda llegar a ser peligroso y transformarse en un verdadero dolor de cabeza.
Según el Doctor Sajuria, algunas de estas condiciones para este tipo de lesiones son:
- Muchos niños en tres meses hicieron menos actividad deportiva que lo habitual por lo cual su condición física es menor.
- La inactividad física en vacaciones puede significar que los menores lleguen a realizar deporte con menor fuerza o masa muscular.
- Las vacaciones generalmente son una época de crecimiento. Muchos niños y adolescentes llegan más altos en marzo por los famosos estirones. El crecimiento rápido en centímetros corresponde a crecimiento del largo de los huesos. Los tendones y músculos van más lentos . Con esto pueden tener menos elongación y elasticidad (niños “más tiesos”)
“Todo lo anterior hace que, cuando los más pequeños vuelvan a entrenar al ritmo normal que tuvieron a fines de año, en forma brusca, sus tejidos no estén preparados para esta carga. Y aquí aparecen estas lesiones”, agrega el facultativo.
Algunas lesiones típicas son tendinitis, periostitis y fracturas por stress.
Una de las grandes diferencias de adultos con niños, es que estos últimos tienen cartílago de crecimiento en sus huesos . Aquí pueden aparecer lesiones típicas y exclusivas en rodillas y tobillos.
“Un profesor, un entrenador y los padres deben estar atentos a los dolores de tejidos musculoesqueléticos en esta época. Muchas veces ocurre que se entrena a un grupo y, al mes, la mitad de ellos está fuera de entrenamiento por lesiones” , dice Sajuria.
Algunas medidas para prevenir las lesiones deportivas son:
- Evitar las primeras semanas hacer test físicos submáximos. Los niños deben tener primero un tiempo de adaptación al entrenamiento.
- Chequear quienes de los entrenados crecieron mucho en altura y preocuparse mucho en trabajar la elongación de grandes grupos musculares en ellos.
- Aumentar no más de un 10% por semana en estos parámetros de entrenamiento: FIT (Frecuencia, Intensidad y Tiempo ).
- Trabajar la fuerza, en especial de la zona central del cuerpo (tronco y región lumbopélvica). Buscar en forma tranquila y progresiva una mejor condición aeróbica. Elongar siempre.
- Evitar los movimientos repetidos e infinitos del mismo grupo de músculos y articulaciones como forma de entrenamiento. Se deben usar muchos grupos musculares y gestos técnicos.
- Usar siempre el dolor como alerta de algo. En un niño no es bueno usar ni abusar del dolor en el entrenamiento