Si bien es cierto que ningún niño se puede resistir a una cama elástica, la cual se han puesto muy de moda en cumpleaños, fiestas y otro tipo de eventos, incluso en verano es la distracción principal en la casa. Sin embargo la Academia Americana de Pediatría advierte que estas no son seguras para nuestros hijos, por más divertidas e inofensivas que se vean.
Esta organización realizó un estudio y este arrojó como resultado que más de 100.000 menores de edad tuvieron que ser atendido en emergencia, consecuencia de caídas en este juego. Por suerte ninguna de estas emergencias fueron más allá de esguinces de tobillo, cuello o manos, pero eso no significa que se deben descartar complicaciones en el futuro, como fracturas de brazos y manos e incluso de cuello que puede ocasionar la muerte.
En la actualidad muchos profesionales de la medicina están alertando a los padres sobre el uso de este tipo de juegos, mientras los fabricantes se cubren las espaldas expresando que este tipo de distracción es muy sana, y que evita que posiblemente algunos niños de no saltar en camas elásticas se suban a los árboles y ahí la caída sería mayor.
En el estudio realizado por la Academia Americana de Pediatría además de analizar los resultados ellos presentaron algunas recomendaciones para el uso de este juego, te las presentamos a continuación:
- Al momento de usar la cama elástica nos debemos asegurar de tener un acolchado protector instalado y en buenas condiciones alrededor de ella.
- Para evitar accidentes se debe procurar que sólo un niño la utilice, ya que el peligro aumenta cuando son más de dos saltando al mismo tiempo.
- Se debe reemplazar piezas de la cama que estén en mal estado o rotas.
- Debemos asegurarnos que el terreno donde está instalada sea plano, y no este cerca de ningún aparato que pueda afectar la seguridad de los niños.
- Evitar que el niño haga cualquier tipo de piruetas por más que lo haya hecho muchas veces, ya que pone en peligro todo su cuerpo y sobre todo la espina cervical.
- Este juego debe ser disfrutado bajo la supervisión de un adulto, ya que es imprescindible saber lo que los niños hacen mientras disfrutan de ella.