Si bien es cierto, es normal que los papás anden preocupados todo el tiempo por la seguridad de su hijo. Puesto que los peligros siempre están rondando al niño. y es inevitable que los sufran.
La infancia es una etapa en que el niño se moverá mucho, puesto que su objetivo es ir descubriendo el mundo y por eso, se enfrentará a situaciones complejas, de las que los papás querrán protegerlos . Sin darse cuenta, es posible que caigan en una sobreprotección.
Los miedos de los papás
- La niñez es un período de inmadurez, pero, principalmente, de experimentación, por ello el niño, irá de un lugar a otro. Por lo tanto, el niño se enfrentará a un sinnúmero de peligros que, de sólo pensarlo, angustian a los papás.
- Imaginan que su hijo se trepará a un árbol y desde ahí, querrá saltar para experimentar. Obviamente, el accidente que sufra será de gran gravedad.
- Desearán impedirlo bajo todo punto de vista y sólo este mismo deseo, los exaltará enormemente.
- No obstante, los peligros del pequeño no están solamente relacionados con accidente físico, sino que puede verse perjudicado su estado anímico.
- Tal situación podría ocurrir cuando una persona adulta pueda imponerle sus propias normas y retarlo si es que no las acata.
- Los papás deben entender que el niño necesita adaptarse a distintas realidades, de lo contrario, tenderá a frustrarse y tener miedo, hasta que sea mayor.
El lugar de trabajo y los miedos paternos
- Los miedos de los papás respecto de la seguridad de su hijo se vuelven aún mayor, dependiendo del lugar en el cual trabajen.
- Es preferible que los papás no anden preocupados todo el tiempo por la seguridad de su hijo, tampoco deben ser despreocupados, simplemente dejarlos experimentar un poco más.
- No puede ser normal que el pequeño no haga nada para evitar el peligro eventual. Sólo irá en detrimento de sus habilidades sociales.
La preocupación en la cotidianeidad
- Los papás que desean cuidar a su hijo, es bueno que se preocupen de sus actividades cotidianas.
- Si el niño va a salir a montar en bicicleta, que lo haga, pero con la protección que le puede brindar un casco y rodilleras.
- El niño debería utilizar protector solar para evitar quemaduras que sólo dañarán su piel.
- Tampoco debería salir solito a hacer una compra si es muy pequeño.
La importancia de seguir desafíos
- El pequeño necesita tener desafíos. Es un motor para que se muevan y vivan. Así pueden ser felices.
- Un desafío es una estimulación. A través de él, además, logra relacionarse con el mundo y de tal forma, pueda comprenderlo.
- Es muy importante que los papás lo hagan sentir libre y seguro. Esto resulta beneficioso que el pequeño reciba confianza y no temor.
- El pequeño debe enfrentar los peligros que le depara la vida. Es un aprendizaje para todo lo que tendrá que vivir, a medida que vaya creciendo.