La sobreprotección, algo común en las madres de América del Sur

Sobreprotección-madres

La sobreprotección de las madres a sus hijos es común América del Sur, donde los descendientes tienden a quedarse en su casa por más tiempo ya que se casan después de los 25 años de edad.

Evitar que un sujeto, desde su niñez, tome sus propias decisiones e influenciados para que satisfaga intereses maternales es muy habitual en aquellas mamás que desean extender el vínculo con sus sucesores por más tiempo.

¿Es sano este tipo de comportamiento?

De acuerdo con la Fundación Carlos Slim, este comportamiento se manifiesta en mujeres que “tienen un estilo de crianza demasiado restrictivo cuando se trata de proteger al niño de posibles daños o riesgos”.

Desde el punto de vista médico, no es una actitud saludable, porque tiende a generar comportamientos muy fijos, en los cuales se tiende a perder la humanidad para los involucrados, porque deja de ser una relación de amor y pasa a ser algo «casi enfermizo».

Según Lina Edwards, psicóloga infantil, la sobreprotección puesta en práctica por mamás desde edades tempranas puede perjudicar el desarrollo de la personalidad pues tiende a formar adultos incapaces de solucionar problemas.

“La sobreprotección puede llevar al niño a mantener una actitud de inseguridad, dándole la sensación de peligro al intentar aventurarse a explorar y conocer su entorno, limitando así su aprendizaje de forma natural”, explicó Edwards.

“La sobreprotección de las madres se vuelve dañina porque no deja que los niños se desarrollen emocionalmente. Otra consecuencia es que impide que nuestros hijos evolucionen socialmente a la vez que les priva de poder alcanzar la madurez suficiente para ser personas independientes y autónomas que se valgan por sí mismas al alcanzar la edad adulta”, indicó la Asociación Americana de Pediatría (AAP) a Mamá Psicóloga Infantil, sitio web especializado en salud emocional.

¿Cómo identificar a madres sobreprotectoras?

De acuerdo con el portal Eres Mamá, existen características que denotan cuándo una progenitora tiende a proteger demasiado a sus hijos, al punto de producirse el Síndrome de Wendy, es decir, se transforma en una conducta destructiva para ambos por la rigidez de la relación.

Características:

  1. Evitan los problemas de sus hijos. Una madre sobreprotectora no desea que sus hijos afronten cosas desagradables y tienden a resolver sus problemas, algo que evita que alcancen la madurez.
  2. Limitaciones excesivas. Establecen reglas tan estrictas que impiden que los chicos puedan aprender de su entorno. Son damas que evitan sus hijos se ensucien o se lleven cosas a la boca porque creen que pueden enfermarse.
  3. Alta tolerancia a las travesuras. Este tipo de damas aceptan malos comportamientos de sus hijos y tienden a aceptar cosas inviables. Esto convierte a los niños en caprichosos.
  4. Impiden el desarrollo. Las mamás que aplican la sobreprotección no dejan que un muchacho haga cosas por sí mismos. Cuando son adultos, tienden a ser dependientes de sus papás.
  5. Justificar las fallas. Para una madre en esta condición, un chico nunca será culpable de sus travesuras, incluso cuando existan pruebas de ellas. Tienden a culpar a otros niños de situaciones incómodas, algo que fomenta que sus hijos mientan.

¿Cómo evitar esta situación?

Tu Otro Médico, un espacio digital para la salud, expone que la mejor manera de evitar esta situación es darle libertades a los hijos para que puedan conocer las consecuencias que tienen sus decisiones, siempre y cuando no afecte su integridad física.

También recomienda mantener la comunicación para que ambos puedan establecer una relación de confianza, que no cree codependencia y permita potenciar las individualidades.

Si todos estos consejos se siguen, y también se aplican normas de convivencia al igual que las medidas dictadas por la Organización Panamericana de la Salud (OPS) para garantizar el correcto desarrollo de los «pequeños», la familia dejaría de acercarse a la disfuncionalidad y pasaría a ser un modelo social casi perfecto, en los que el tema de las madres sobreprotectoras sea cosa del pasado.

Salir de la versión móvil