Cómo afrontar la pérdida de un hijo

Cómo afrontar la pérdida de un hijo

Probablemente es la perdida que acongoja mayormente a una familia, puede producir estragos en la salud y el matrimonio de sus progenitores.

El duelo tiende a persistir por 1 o 2 años como mínimo, y la pena puede incluso intensificarse con el paso del tiempo, el matrimonio se vuelve especialmente vulnerable luego de una perdida así (con un índice de divorcio de un 80%).

Es la pérdida de más difícil tratamiento psicológico, por ser la más prematura e incomprensible además de los intensos sentimientos de culpa de sus padres, también mueren los sueños y esperanzas de los padres en este momento.

“Cuando muere tu padre o tu madre, has perdido tu pasado; cuando muere tu hijo, has perdido tu futuro” (Schiff, 1977).

Los hombres y las mujeres tienden a afrontar las pérdidas de un modo diferente y a utilizar estrategias disimiles para afrontarlas. Estas diferencias aumentan la tensión conyugal.

  • Padres: sentimientos de ira, temor y pérdida de control junto al deseo de guardar en secreto su pena además de incomodidad y dificultad en responder a las emociones de su mujer.
  • Madres: mayor depresión y pesadumbre, se sienten abandonadas por sus maridos cuando ven que ellos no las reconfortan al sentirse tristes con lo que experimentan una doble pérdida. Esta relación conyugal mejoraría si el marido enfrentara de forma activa la enfermedad y muerte de su hijo.

Factores específicos del hijo que afectan en el dolor y proceso del duelo

  • Edad del niño: a mayor edad, mayor es la congoja.
  • Primogénito.
  • Si es hijo único.
  • Única niña o único varón.
  • Hijo talentoso
  • Hijo difícil: si el difícil ha generado sentimientos ambivalentes en los padres.
  • Si a su muerte se le atribuye la culpa de 1 o ambos padres.

Factores que ayudan a llevar el duelo

  • Si ambos padres participan en el cuidado de un hijo enfermo que luego fallece.
  • Si los progenitores tienen una filosofía de vida firme y sólida o si comparten una ardiente fe religiosa.
  • Grupos de autoayuda (otorga apoyo y facilita el manejo de esta dolorosa experiencia).

Efectos cuando hay hermanos

  • Pena prolongada con alto porcentaje en los aniversarios (cumpleaños).
  • La rivalidad normal entre hermanos puede generar intensos sentimientos de culpa por haber sobrevivido.
  • La pérdida de un hermano puede significar también la perdida de sus progenitores puesto que ellos los desatienden al centrarse en ellos mismos y sus propias penas o se cuiden de apegarse mucho a otro hijo y volver a vivir una pérdida.
  • Pueden haber vivido la desatención de sus propias necesidades si su hermano murió luego de una enfermedad prolongada que exigió de atención parental prolongada.
  • Los padres se pueden volver excesivamente vigilantes y protectores de los hijos que les quedan con lo que suelen haber problemas en la separación natural que se va dando en la adolescencia.
  • Puede ser que un hermano tome un rol reemplazante de su hermano fallecido o que nazca un nuevo hijo. Se ha comprobado que esto no es patológico, de hecho, ayuda a volcar las energías en los hijos que quedan y crear un ajuste positivo aunque no se han estudiado las consecuencias a largo plazo. Aunque no es patológico para el padre, si lo puede ser para el hijo si este se vuelve un sustituto indiferenciado (que no se valoren sus cualidades ni necesidades personales).

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