Sea que vivan cerca o lejos, todos los niños deberían pasar tiempo con sus abuelos. Mientras sea posible, son lazos imprescindibles que pueden forjar, y los padres deben colaborar con este propósito.
A continuación te contamos cuáles son las ocasiones importantes en las que los abuelos deberían estar presentes.
- Las fiestas
Dependiendo de las costumbres familiares, hay diversas fechas significativas, como navidad, pascua u otras festividades. Estos momentos son ideales para que toda la familia se reúna.
Si los abuelos viven en otra ciudad o incluso en otro país, es posible planificar un viaje para esas fechas, de modo que los más pequeños puedan estar juntos a sus abuelos en las ocasiones importantes.
- Las vacaciones
Por lo general, los niños tienen vacaciones en verano, invierno y algunos feriados para las fiestas patrias. Estos momentos pueden aprovecharse para ver a los abuelos o para que estos vengan.
También se puede ver a los abuelitos los fines de semana, ideales para hacer diversas actividades recreativas como excursiones, idas a la playa o jugar en el parque.
- Tiempo de calidad en soledad
Dentro del grupo de personas que ama con todo el corazón a tu hijo están los abuelos. En cuanto a la relación con ellos, ésta puede variar estando los padres presentes.
Lo anterior no quiere decir que sea malo que estén todos juntos, pero es provechoso que abuelitos y nietos tengan un tiempo a solas para que creen recuerdos imborrables de momentos especiales.
- Charlas en privado
Los papás deben dejar que los niños compartan conversaciones y secretos con sus abuelos. De seguro ellos enriquecerán la vida de tu hijo con su amplia experiencia y mucha ternura.
- Pura diversión
Suele suceder que los pequeños se olviden de todo cuando llegan los abuelos a casa. Es bueno que los padres sean flexibles y permitan que los niños disfruten de sus abuelos sin interrupciones. Así, se generará un vínculo emocional entre ellos.
Por último, es relevante mencionar que las asperezas que existan entre los padres y sus padres no deberían interferir en la relación de estos con sus nietos. Se debe asegurar un estrecho contacto entre ellos por el bien de los niños (y de los abuelitos).
