La importancia de acoger a los niños cuando hacen pataletas

acoger a los niños cuando hacen pataletas

Llantos, gritos y mucho enojo son las características típicas de las rabietas en los niños, que ciertamente todos los padres hemos tenido que experimentar más de alguna vez, pero que no siempre podemos comprenderlas en su cabalidad. ¿Qué hacer en estos casos?

Al leer la palabra “rabietas”, “pataletas” o “berrinches” se viene a la mente la imagen de una niña o niño descontrolado, pateando, llorando, gritando y exigiendo la atención de un adulto, que no siempre sabe cómo reaccionar ante este episodio.

¿Qué son los berrinches?

Las rabietas vienen en todas las formas y tamaños. Pueden involucrar explosiones espectaculares de ira, frustración y comportamiento desorganizado.

Es posible que veas llorar, gritar, endurecer las extremidades, una espalda arqueada, patear, caerse, agitarse o huir. En algunos casos, los niños aguantan la respiración, vomitan, rompen cosas o se ponen agresivos como parte de un berrinche, y es que de eso se trata, los berrinches o rabietas en los niños son la forma que tienen para expresar o comunicar su frustración, lo que quizás no sabíamos es que acogerlos, puede ser ¡la gran solución!

Una forma de expresarse

 Los berrinches son una de las formas en que los niños pequeños expresan y manejan sus sentimientos, y tratan de comprender o cambiar lo que sucede a su alrededor. Los niños mayores también pueden tener berrinches. Esto puede deberse a que aún no han aprendido formas más apropiadas de expresar o manejar sentimientos.

Para abordar el tema de forma eficaz y saber cómo el acoger a tu pequeño puede ayudarte a manejar las rabietas en los niños, la psicóloga de la Dirección de Asuntos Estudiantiles de la Universidad del Pacífico de Chile, Carolina Pollman, ha hablado con nosotros y queremos compartirte esta valiosa información.

¿Acogerlos puede calmar las rabietas en los niños?

La especialista indica que cuando nos vemos enfrentados a la crianza, es normal que surjan dudas sobre la mejor manera de manejar ciertas situaciones con los hijos y, entre ellas, están las rabietas en los niños, las que pueden hacernos sentir a ratos confundidos sobre cuál es la mejor estrategia para lograr que los niños crezcan sanos y felices. “Además, es frecuente escuchar hasta hoy comentarios alusivos a que los niños se van a malcriar si se les pone atención cuando hacen pataletas”, agrega la experta.

Tal vez, la mayoría de esas veces hayas podido mantener la calma, logrando acogerlo, enseñándole cómo procesar su emoción. Tal vez, otras tantas, te puedes haber sentido superado, retándolo duramente o enviándolo a su pieza, mientras tú buscabas retomar tu autocontrol”, señala la psicóloga.

Entonces, ¿qué podemos hacer?

“Desde la psicología, es clara la relevancia que tiene un apego seguro en el desarrollo infantil. El apego se refiere a la necesidad primaria de los bebés y niños de establecer lazos cálidos, sólidos y cercanos con sus cuidadores, pudiendo ser la madre, el padre u otro cuidador. El ser humano nace dependiente y desvalido, por lo que los bebés y niños necesitan de esa cercanía, cuidado, amor y protección para sobrevivir. Tanto como requieren respirar o alimentarse, necesitan desarrollar vínculos profundos, en los cuales sentirse contenidos”, explica la profesional.

Es en esa relación segura e íntima donde aprenden que sus necesidades emocionales son dignas de ser consideradas y se vivencian como personas importantes.

Es por eso que es primordial atender el llamado de los niños. “Cuando los niños (bebés e infantes) sienten que son vistos y que sus necesidades son consideradas y atendidas, van aprendiendo a regular su estrés, como puede ser frente a una sensación interna de malestar que aparece cuando tienen hambre, frío, soledad, dolor, sueño, miedo ante un ruido fuerte, etc., desarrollando conductas de apego –como el llorar o llamar– que les permiten llamar la atención del cuidador y recibir, en el caso de una relación de apego sana,  cercanía, cuidado y confort”, plantea Carolina Pollman.

El niño necesita de su persona de confianza

Un cuidador sensible y receptivo a las pataletas del niño y otras señales de desregulación emocional, tendrá a su vez comportamientos orientados a calmarlo y disminuir su estrés.  Por el contrario, si no se hace este tipo de acciones, lo único que se logra es aumentar el estrés.

Pollman añade que cuando un hijo hace pataletas es cuando más necesita a su madre, padre o cuidador. “Requiere que lo veas y consideres, pues te está mostrando que no puede manejar su emocionar sin tu ayuda. Requiere confiar en ti y tener la seguridad de que si le pasa algo al enfrentar nuevos desafíos, como es cuando se asusta, se cae o se preocupa, podrá acudir a ti y contar con tu ayuda. Desde esa experiencia fundante logrará posteriormente confiar en otras personas y establecer lazos profundos, aprendiendo a manejar el estrés”, asegura.

Para la psicóloga es importante hacer todos los esfuerzos en este tipo de situaciones. Es importante recalcar que tu hijo aprenderá mucho de cómo vea que tú manejas tu propia frustración. Por lo que también es clave recurrir a algún tipo de ayuda si este trabajo no es fácil.

¿Qué hace que las rabietas sean probables?

  • Temperamento: esto influye en la rapidez y la fuerza con que los niños reaccionan ante cosas como eventos frustrantes. Los niños que se enojan fácilmente pueden tener más probabilidades de tener berrinches.
  • Estrés, hambre, cansancio y sobreestimulación: esto puede dificultar que los niños expresen y controlen sus sentimientos y su comportamiento.
  • Situaciones que los niños simplemente no pueden enfrentar: por ejemplo, un niño pequeño podría tener problemas para sobrellevar si un niño mayor le quita un juguete.
  • Emociones fuertes: la preocupación, el miedo, la vergüenza y la ira pueden ser abrumadores para los niños.

La autorregulación es la capacidad de comprender y gestionar el comportamiento y las reacciones. Los niños comienzan a desarrollarlo alrededor de los 12 meses. A medida que tu hijo crezca, será más capaz de regular las reacciones y calmarse cuando ocurra algo molesto. Verás menos berrinches como resultado, sin embargo, no olvides que la paciencia, comprensión y el amor te ayudarán a orientar a tu pequeño en los momentos de crisis emocionales.

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