El odio racial ha creado los peores males en la historia humana. Si quieres que tus hijos sean parte de un mundo mejor, debes enseñarles desde pequeños a no ser racistas ni pensar que la diferencia es algo malo.
Evita comentarios que revelen racismo
Dar el ejemplo a este respecto es fundamental. Nunca deberíamos permitir que al interior de nuestra casa se oigan comentarios despectivos respecto a personas de otra raza, color o etnia.
Se debe destacar lo hermoso de la variedad y elogiar a los demás, sin importar su país, idioma o procedencia.
Afianza su autoestima
Cuando se trabaja sobre la autoestima del niño, haciendo que se sienta bien por cómo es, independiente de su nacionalidad o color, se obtiene seguridad y autoconfianza.
Si se le estimula de este modo en casa, no le afectarán de sobremanera los comentarios que otros pudieran hacer sobre sus características, y nunca molestará ni ofenderá a otros por el mismo motivo.
Anímalo a compartir con todo tipo de niños
Cuando tu hijo participe en alguna actividad en compañía de otros niños, anímalo a hacerse amigo de todos ellos. Los niños son inocentes y, si no han sido expuestos al racismo, no lo manifestarán solos.
Debes recordar que para evitar las conductas racistas, se deben transmitir la tolerancia, el respeto hacia la persona y el amor hacia los demás por quienes son en el interior.
