El feminismo está muy extendido, y aunque no concordemos en todos sus postulados, hay algunos pensamientos que como mamá podemos aislar para inculcarlos en nuestros hijos.
- Las mujeres y los hombres son iguales (en algunos aspectos)
La idea de la igualdad de géneros es una de las bases del feminismo, el que señala que ambos sexos deben tener igualdad de oportunidades y derechos. Tú puedes enseñar a tus hijos lo importante que es considerar a todos los seres humanos como iguales, sin promover competencia o sentirse superiores a otros. Puedes hacerlo mediante juegos en el que todos compartan y colaboren.
No olvides que deben comprender la igualdad entre géneros y, a la vez, las diferencias de cada sexo. No caigas en conductas que, sin querer, puedan subestimar a la mujer por sus diferencias físicas, pero también enséñales que las mujeres son más delicadas que los hombres.
- Las niñas son valiosas
En especial, las niñas deben entender que las mujeres son preciadas, que deben respetarlas, valorarlas y cuidarlas. Háblales de la importancia de la mujer.
A tus hijas, recálcales que no tienen que mendigar el cariño de un hombre que no las sepa respetar. A tus hijos hombres, enséñales a apoyar y contener a personas del sexo opuesto. Indícales cómo pueden proteger a sus hermanitas y cómo tratar a sus compañeras o amiguitas.
- No se debe maltratar a la mujer
Hoy en día está tan extendida la violencia a la mujer –incluso el femicidio– que es fundamental enseñar a los hombres desde pequeños que jamás deben ser maltratar a una mujer. Instrúyelos para que rechacen la violencia en todas sus formas, ya sea física, verbal o emocional. No dejes que tus hijos jueguen a luchar entre diferentes sexos; tampoco permitas las burlas o las conductas agresivas (si notas que alguno de tus hijos manifiesta conductas violentas, puedes acudir a un profesional de la salud que pueda tratarlo y ayudarlo a erradicarlas)
Siempre enfócate en destacar las cualidades tanto de niños como de niñas, explicando las ventajas de ser niñita y de ser niñito. Escúchalos cuando se expresen sobre sí mismos y ayúdalos a quererse.