Las vacaciones son los días de disfrute y total diversión para nuestros hijos, pasar tiempo en familia, compartir, viajar, conocer, hace que los chicos pierdan un poco el hábito del sueño que tenían durante el período escolar, es por eso que el inicio de clases sea un poco difícil para los pequeños, especialmente cuando nos referimos a retomar las horas necesarias para un descanso adecuado.
Al iniciar las clases en el colegio y en el jardín, los chicos vuelven a despertar temprano, más de lo que lo hacían en el verano y esto traerá consigo rostros cansados, somnolencia y mal humor en los niños.
Por tal razón, se hace fundamental regularizar los horarios de acostarse para así poder cumplir con sus tareas y obtener buenos resultados. Al respecto, el neurólogo infantil de la Clínica Avansalud; Dr. Pedro Méndez, nos da algunas recomendaciones.
¿Cómo retomar la rutina del sueño después de vacaciones?
Sin embargo, es posible regular la rutina de sueño llevando a cabo los siguientes consejos que entrega el Dr. Menéndez:
1.- Cumplir con las horas mínimas de sueño:
- Durante el primer año de vida, los niños deben dormir de 13 a 14 horas diarias, siendo la siesta de una o dos horas.
- A los 2 años de vida, deben dormir entre 12 y 13 horas, con una hora de siesta.
- A los 3 años de vida, necesitan dormir de 10 a 12 horas diarias.
- Entre los 9 y los 15 años de edad los niños necesitan dormir en promedio 9 horas. Cada niño requerirá un monto de sueño necesario de acuerdo a sus características genéticas, pero nunca será menos de 8 horas.
2.- Cuidar el espacio donde dormimos: Contar con una habitación ventilada, con la cama y el colchón adecuados para el tamaño del niño.
3.- Eliminar los estímulos que nos impiden dormir bien: Ver televisión hasta tarde, estar em el ordenador o móvil y jugar online son estimulantes visuales que producen una respuesta de adrenalina que disminuye artificialmente la posibilidad de dormirse.
4.- Detectar los síntomas: Muchos escolares van a mostrarse somnolientos durante el día, con signos de irritabilidad, inapetencia, cefaleas, mal humor y rabietas. “Al mismo tiempo, la jornada escolar se hace a veces insoportable y se expresa por trastornos de conducta o simplemente con cabeceos en la sala de clase”, explica el Dr. Menéndez.
5.- Paciencia y compromiso: Lo primero que debe hacerse con los niños es explicarles que estos cambios son normales y es muy común que al comienzo se sientan cansados. “Pero también hay que hacerles entender que los estímulos adicionales nocturnos no van a ayudar a regular el horario natural de sueño y es importante que ellos también colaboren en esto yéndose a la cama temprano y dejando de lado la TV y los juegos electrónicos”, acota el médico.
