La gastroenteritis en los niños es una de las causas más frecuente de diarrea, esta es una enfermedad caracterizada por la hinchazón del tracto gastrointestinal que está compuesto por el estómago y el intestino delgado, este trastorno debe ser tratado rápidamente porque puede causar en el bebé problemas de deshidratación.
Esta enfermedad se manifiesta en los niños a través de pérdida de apetito y vómitos, después de algunas horas comienzan a presentar diarrea. Lo preocupante de la gastroenteritis es la pérdida de líquidos y de sales a través de la expulsión del vómito.
¿Cómo puedo saber si es gastroenteritis?
Los síntomas son muy claros y las madres deben estar atentas si observan:
- Vómitos o náuseas.
- Diarrea contínua.
- Dolor de barriga fuerte.
- Fiebre.
- Irritación alrededor del ano.
Existe la gastroenteritis viral y la bacteriana, por lo general con la gastroenteritis viral no hay mayor complicación y los padres no tienen de qué preocuparse porque es totalmente transitoria, los especialistas solo indican un tratamiento para aliviar los síntomas y evitar la deshidratación hasta que los niños se recuperen de la infección; pero, en las infecciones bacterianas producidas por esta enfermedad los doctores se ven en la necesidad de aplicar tratamientos como antibióticos que ayuden a desaparecer los malestares y la bacteria.
¿Cómo se origina la gastroenteritis?
Esta enfermedad es originada por microorganismos que se encuentran en los alimentos (Salmonella o E. coli) o agua que ha sido contaminada por diferentes bacterias.
Se puede transmitir de una persona a otra, o en muchos casos por el contacto directo con algún animal, esto sucede en el momento en que el niño se lleva las manos a la boca después de haber entrado en contacto con un posible foco infeccioso.
Recomendaciones
- Si la deshidratación es moderada o grave puede ser necesario rehidratarlo por vía intravenosa.
- Si el doctor determina que es una gastroenteritis viral pero de igual forma los síntomas no desaparecen, lo mejor es llevarlo a un centro médico hasta que se recupere.
- Si les cuesta volver a la normalidad asegúrate de que tenga el hierro necesario en su cuerpo (por eso es importante consultar con su pediatra).