Infecciones respiratorias, problemas de sueños, alergias, náuseas y asma son entre muchas las enfermedades que se incrementan en los fumadores pasivos.
Un fumador pasivo es una persona que pese a no consumir nada relacionado con el tabaco, aspiras las sustancias tóxicas que provienen del humo cuando se fuma.
Antes se pensaba que solo las personas fumadoras eran las perjudicadas, pero como se demostró lo contrario se han endurecido las leyes sobre el consumo de tabaco en lugares públicos.
Se ha comprobado científicamente que ser un fumador pasivo es perjudicial para la salud, en especial para los niños y los bebés que se encuentran en desarrollo. Par evitar esto los padres deben tomar conciencia y no tener personas que fuman cerca de sus hijos.
Riesgos de estar cerca de un fumador activo
- El humo del cigarro tiene miles de partículas químicas, las que pueden ocasionar cáncer y otras enfermedades. Los niños que se exponen desde pequeños tienen mayor posibilidad de adquirir enfermedades respiratorias como asma, bronquitis, neumonía y otitis.
- Los problemas de salud pueden ser crónicos o recurrentes. Puede generar dolores de cabeza, laringe, ojos irritados, mareos, falta de energía e irritabilidad.
- A pesar de que las mujeres no deben fumar durante el embarazo, un estudio publicado por especialistas demostró que al menos el 30% de las embarazadas no deja de fumar. Alrededor del 50% que lo deja, volverá a fumar después del parto, más tarde o más temprano.
- Fumar aunque sea mínimo, aumenta el riesgo de parto prematuro, bajo peso y atrasa el crecimiento.
- En cualquiera de las circunstancias el cigarrillo puede perjudica a todas las personas que se encuentran a su alrededor. Suspender el consumo de tabaco sólo por unos días no minimiza los riesgos.
- El cigarrillo puede llegar a causar la muerte.