Los padres son los responsables de criar y cuidar a sus hijos. No hay duda de eso. Sin embargo, en ocasiones se requiere ayuda extra, tanto de familiares, niñeras o personal de una guardería.
Si tienes que cuidar un niño, presta atención a lo que NO se debe hacer.
Ver la oficina como una guardería
El único día que está permitido llevar a los niños al trabajo es cuando hay un día especial para ello. Pero ten claro que el lugar de trabajo no es un sitio adecuado para cuidar a los pequeños. La oficina no es una guardería ni un lugar para que los niños no se aburran en casa o vayan después del jardín o escuela.
Si no tienes dinero para pagar una niñera, puedes pedirle a alguien de confianza que te haga un favor y te cuide a los niños mientras trabajes. No olvides pensar en cómo devolver el favor después. Si no conoces a nadie que pueda cuidar al pequeño por un día en específico, habla con tu jefe para ver qué se puede hacer (llegar más tarde o cambiar ese día o turno por otro).
Ver los aparatos electrónicos como niñeros
Obviamente habrá momentos para ver películas o divertirse con juegos en el teléfono o tableta (sobre todo los educativos), pero ten cuidado con caer en la práctica de utilizar estos dispositivos o la tele como un canguro, de modo que tú tengas tiempo libre para hacer tus cosas. Sería una irresponsabilidad muy grande.
Considera que una gran cantidad de horas de televisión o frente a la pantalla de un Smartphone afecta la evolución emocional del pequeño, así como el desarrollo lingüístico, social y la habilidad de autocontrolarse.
Sé equilibrada al permitir al niño ver televisión y llevar a cabo otras actividades para entretenerse, como juegos de mesa, juegos al aire libre o paseos y ejercicios en el parque. Nunca reemplaces la interacción humana por una pantalla inanimada.