Dejar que tus hijos hagan lo que quieran conlleva inconvenientes en la educación del niño, así como en su desarrollo posterior y los vínculos familiares. En esta nota te comentaremos 6 consecuencias muy negativas.
- Disminuye la capacidad de resolver problemas
Al no tener normas que seguir, el niño no aprende a resolver problemas ni a tomar buenas decisiones. Esto puede afectar no sólo su vida ahora, sino su adolescencia y adultez.
- Baja el rendimiento en el colegio
Si dejas que tus hijos lleguen a casa con malas notas, no los desafiarás a mejorar. Esto hará que no se esfuercen por tener un mejor rendimiento, lo que afectará su progreso académico.
- Se crean carencias sociales
Al permitir que los niños estén frente a una pantalla todo el tiempo que quieran, impides que desarrollen otro tipo de juegos con otros niños, así como el compartir con otras personas. A medida que crezcan, les resultará difícil relacionarse con sus pares, sus compañeros o, en el futuro, sus colegas.
- Aumenta el peligro de obesidad
Dejar que un niño coma sin ponerle un tope causa serios problemas físicos y nutricionales. Y si no se le exige que haga actividad física, se presentarán más peligros de sedentarismo, sobrepeso y obesidad.
- Se convierten en niños más agresivos
Una cosa es expresar las emociones y otra muy distinta el dar rienda suelta a todo sentimiento sin saber controlarlo. Los papás que toleran las rabietas, sin ayudar a los hijos a manejar sus frustraciones, están colaborando a formar una conducta agresiva en sus pequeños.
- Fomenta la depresión y la ansiedad
Por extraño que parezca, el dejar que el niño haga lo que quiera transmite un mensaje negativo: “Haz lo que te plazca, porque no me interesa en absoluto”. Eso podría generarles sentimientos de abandono, depresión y ansiedad en el presente y futuro, volviéndolos inestables emocionalmente.
Ten siempre presente lo expuesto en este artículo al momento de permitir o no algo a tu hijo, con esto podrás ayudarte a tomar una buena decisión en ese instante, actuando así correctamente en la enseñanza que le das.
Recuerda que no se es mejor madre si se le permite al niño tener o hacer todo lo que quiere, pues lo correcto es enseñarle desde pequeño que no siempre todo es como ellos quieran.
Debes poner reglas en casa y hacer que se cumplan, así no permitirás malas conductas que tengan graves consecuencias tanto en el presente como en el futuro.