Ante situaciones en las que nos vemos pillados, siempre surge la tentación de encubrirnos con una “mentirita”, y en el caso de los niños, caer en esta trampa puede llevarlos a adoptar la costumbre de mentir. ¿Cómo ayudarlos a decir siempre la verdad?
Enséñale a través de moralejas
Los cuentos con moralejas o fábulas permiten dejar plasmada una lección de manera didáctica y atractiva para los niños. Busca historias que muestren las consecuencias de ser mentirosos y recálcale este mensaje a tu chiquitín de un modo positivo.
Enséñale a distinguir lo bueno y lo malo
Cuando le dices a tu hijo lo que, tanto el papá como la mamá, aprueban y desaprueban, aportas a su sentido de bien y el mal. Explícale que las cosas que son malas en la casa, también lo son en otros lugares, como por ejemplo, mentir: a nadie le gustan los mentirosos.
Enséñale que lo mejor es decir la verdad
Hazle entender que, aunque pueda doler, decir la verdad es lo mejor, ya que es mucho más triste descubrir que nos han mentido o engañado.
Enséñale que toda mentira es mala
No hay mentiras blancas o inofensivas. Y eso debe verlo también en el ejemplo que los padres le dan. Si tu hijo ve que el resto de su familia miente, incluso en cosas de poca importancia (como “Dile que no estoy”, cuando alguien llama), aprenderá que hay ocasiones que justifican una mentira.
Enséñale que puede confiar en ti
Demuéstrale que tú estás dispuesta a escucharlo y a comprender sus razones en caso de que lo pilles mintiendo. Es importante que no te alteres si descubres que ha mentido, ya que eso podría llevar a que en el futuro esconda sus mentiras por miedo a lo que tú vayas a hacerle. Mejor, trata de llegar a su corazón y averigua por qué prefirió mentir, para luego explicarle que una mentira lleva a otra y que todas las mentiras tienen consecuencias negativas.
Es normal que un niño mienta en algún momento. Pero para instruir a los hijos, se necesita paciencia y amor, y si aplicas los consejos señalados, verás cómo tu pequeño se acostumbrará a decir siempre la verdad.
