La Universidad de Montreal analizó a 1.138 niños entre los dos años y medio y seis años de edad, los cuales arrojaron como resultado que casi el 90% de los niños presenta algún tipo de problema que se relaciona con el sueño, los cuales están ligados a sus miedo, incontinencia urinaria nocturna y el bruxismo. Por eso te contamos el impacto del mal dormir en los niños.
Para la mayoría de los niños, esta es sólo una etapa que termina muy rápido, sin embargo los especialistas indican que al menos el 30% de los niños tienen problemas para dormir más de seis horas consecutivas; por otra parte los efectos de la falta de sueño se ven reflejados en el aprendizaje y sobrepeso.
El equipo de la Universidad de Montreal analizó una muestra de 1.138 menores y esto arrojó como resultado que el 26% que no dormían suficiente tenían sobrepeso y que el 7,4% era obeso. Esto se debe a que la relación entre el sueño y el sobrepeso se refleja directamente en los cambios que ocurren en la secreción de hormonas producto de la alteración del buen dormir.
Por otra parte el estudio también demostró que la falta de sueño contribuye a la hiperactividad. El 22% de los niños que no descansaron al menos 10 horas entre los dos años y medio y seis años presentaron hiperactividad al llegar a los seis, lo cual dobla la cifra en aquellos que durmieron entre 10 y 11 horas por noche.
Al mismo tiempo los niños incluidos en este estudio fueron sometidos a un test cognitivo, donde tenían que plasmar una imagen utilizando bloques de diferentes colores. Los niños con mal dormir tuvieron 41% menos de desempeño comparado con los que descansaron 10 horas.
Consejos para un buen dormir
Según varios expertos existen muchas técnicas para asegurarnos que nuestros hijos descansen bien, te lo contamos a continuación:
- A muy temprana edad se deben establecer hábitos positivos desde la hora de irse a dormir hasta el momento de levantarse, esto los ayuda a programarse y con el pasar del tiempo no será un problema.
- Antes de dormir debes establecer un período de 20 a 30 minutos de relajación, como un baño con agua caliente o leer un cuento.
- Se recomienda que los niños duerman en una habitación tranquila, oscura y a una temperatura que no sea alta