Con el Complejo de Electra, la niña siente que su papá le pertenece. Piensa: “mi papá es solo mío”, y es así como empieza a experimentar una preferencia por su papá.
Es común que alrededor de los tres años, las niñas quieran casarse con su papá, puesto que a partir de esta edad, experimentan una especie de enamoramiento por la figura paterna.
De acuerdo a la mitología griega, Electra era hija de Agamenón, quien fue asesinado por el amante de su mujer. Luego de perder a su papá, convenció a su hermano para que vengara su muerte y matara al asesino de Agamenón y a su cómplice, su mamá.
En los primeros años del siglo XX, un psicólogo llamado Carl Jung, utilizó el nombre de Electra para referirse a la versión femenina del complejo de edipo. A través de este, Jung se proponía explicar el proceso de maduración femenino.
Causas del complejo de Electra
- Al igual que otros complejos, este tiene un determinado origen. En su caso, a partir de los tres años, aproximadamente, las niñas descubren que son como los niños.
- Se traduce en que comienzan a descubrir la diferencia entre los dos sexos.
- En este punto, como ocurre la mayoría de las veces, su papá es el único referente conocido del sexo opuesto.
Obsesión por el padre
Como solo tiene a la figura paterna, para ser adorada por ella, comienza a surgir una especie de obsesión. Esta irá creciendo con el tiempo y es así como la pequeña querrá a su papá para ella.
La niña siente que su papá le pertenece. Piensa: “mi papá es solo mío”. Es así como empieza a experimentar una preferencia por su papá.
Sin embargo, llega más allá aún, ya que se origina un sentimiento de rivalidad hacia la mamá.
Formas de tratar a la niña con este complejo
Para tratar este complejo en forma adecuada, la mamá le debe dejar muy claro a la niña que su papá es eso: su papá. Por lo mismo, no es su novio, puesto que es la pareja de su mamá.
De este modo, ya a los siete años, la niña lo empezará a aceptar. También le ocurrirá que experimentará una mayor identificación con la mamá.
Por lo tanto, ahora se producirá otro fenómeno en la pequeña. Su papá ya no será el centro de su atención y más bien, tenderá a seguir a su mamá como un modelo.
Diferencias con el complejo de Edipo
Ambos complejos suelen asemejarse, sin embargo, poseen diferencias claras. Estas son:
- Zona erógena distinta, la niña cuenta con dos órganos sexuales (agregándose el clítoris), mientras el niño cuenta con uno.
- La primera zona erógena de la niña, es su clítoris (relacionado con el órgano masculino), por eso, una vez que descubre la zona vaginal, concentra su parte femenina y abandona la masculina. De esta manera, termina aceptando la castración y por lo mismo, el papel pasivo que esta situación acarrea.
- Cambio de objeto erótico, en la primera etapa de desarrollo, la mamá se transforma en el objeto erótico de ambos (niño y niña). Pero, el instinto de conservación de la especie le hará cambiar su objeto erótico hacia el papá y se vuelve hacia el mismo. Finalmente, la niña cae en el complejo de Electra, quedando en una relación incestuosa con el papá.