Hasta la mamá más tranquila, ha perdido la paciencia alguna vez, por nervios, incomodidad o molestia ante una mala conducta de los niños, expresando su enojo gritando al pequeño para reprender su comportamiento, y no somos quienes para juzgar, pero esta no es la forma correcta de corregirlos.
Somos seres humanos y solemos equivocarnos, sobre todo en la crianza de nuestros hijos, pues no se ha creado un manual personalizado de cada niño para entenderlos y educarlos no obstante, tratamos de hacerlo de la mejor manera.
Estamos seguras que a ninguna les gusta enfadarse y terminar gritándole a sus hijos, pero te has preguntado ¿qué pasa cuando incoscientemente hacemos de esta reacción un acto constante y terminamos educando al niño a base de gritos?
¿Qué ocurre cuando gritamos a nuestros hijos constantemente?
- Es posible que alzar la voz en un momento determinado, tenga algún efecto en los niños, pero cuando esta acción se vuelve repetitiva, el niño se acostumbrará hasta tal punto que los niños lleguen a irrespetar la figura materna o paterna.
- Los padres pierden autoridad o en dado caso, muestran mayor apego por el padre que no lo grite.
- En otros casos, si hablamos de niños muy sensibles o introvertidos, los gritos pueden ocasionar el deterioro de su autoestima.
- Dejará de sentirse valorado o querido.
- En otros casos, cuando el niño es extrovertido o muy estimulado, los gritos pueden volverlo grosero y rebelde.
- Crearemos en el niño nerviosismo, inseguridad, estrés.
¿Qué lleva a los padres gritar a los niños?
La Dra. Maribel Briceño, psicóloga clínica y psicoterapeuta comenta que: «Como profesionales de la salud mental podemos comprender que los niños en general pasan por situaciones que les pueden generar estrés o descompensación emocional… es decir, el niño se paraliza de miedo frente a situaciones nuevas o que le generan presión como pueden ser: las visitas al dentista, cambio de escuela, pérdida de un ser querido, peleas de los padres, muerte de una mascota, generando en ellos conductas o comportamientos inapropiados que pueden llegar a sacar de sus casillas a sus padres y a consecuencia de ello los padres pueden desesperarse y gritar a sus hijos»
¿Soluciona en algo el grito la conducta inapropiada del niño?
- La respuesta es no, nuestros hijos deben ser educado con amor, respeto, cuidado y valores.
- Regirnos por el bien y la crianza positiva en pro de su crecimiento.
- Es posible controlar las malas conductas o rabietas del niño sin irrespetarlos y sin tener que levantar la voz para demostrar autoridad, además, los padres somos su reflejo.
La desobendiencia, rebeldía, o malas conductas en los niños no se trata con violencia, impaciencia, intolerancia o irrespeto. Un grito cargado de ira seguramente no solucionará nada, y por el contrario generará en los chicos: inseguridad, temor y daños emocionales que muchas veces perduran hasta la edad adulta.