Tóxico es el término común que se usa para describir una mala conducta grave en una relación. Pero el término también se puede aplicar a la crianza, porque algunos padres también promueven una crianza tóxica. En Facemamá te contamos cómo evitar esto.
¿Qué es ser tóxico?
Según Duden, el significado básico del término «tóxico» es en realidad «venenoso», pero también se define como «malicioso», «dañino» y «peligroso». En la investigación de relaciones, tóxico ha estado describiendo durante mucho tiempo la mala conducta de uno o ambos socios en la asociación.
Crianza tóxica
Pero los padres también tienen una relación con sus hijos, y eso probablemente sea aún más cercano y más importante. Los padres pueden cometer errores graves (crianza tóxica) en su educación.
A menudo, esto sucede de manera bastante inconsciente porque no saben nada mejor. Pero eso perjudica tanto a los niños como a la relación con ellos. Por tanto, es importante evitar los siguientes errores en cualquier caso.
- Sacar los sentimientos negativos de los niños es tóxico: El comportamiento tóxico de los padres se ha convertido cada vez más en el foco de atención de psicólogos y terapeutas en los últimos años. Uno de los peores y más extendidos es el de representar sentimientos negativos como estrés, enfado o incluso tristeza en los niños. Los niños prácticamente nunca tienen la culpa de estas emociones.
- Los niños tienen identidad propia: Por supuesto, solo quieres lo mejor para tus hijos. Y lo que es eso, supuestamente lo sabes mejor tú mismo, pero a veces eso está mal. Los niños no son calcomanías de sus padres, aunque la huella de los padres es, por supuesto, importante y fuerte. Pero desarrollan su propia personalidad y esto a veces se expresa en situaciones y formas que los padres pueden encontrar extrañas o incluso incorrectas. Por ejemplo, si tu hijo pequeño realmente quiere usar esmalte de uñas llamativo, es posible que eso no coincida exactamente con su modelo a seguir, pero no hay nada de malo en eso. Los niños necesitan poder probarse a sí mismos para convertirse en personalidades fuertes.
- Falta de empatía tóxica: Si tus hijos se sienten enojados, tristes o heridos, debes transmitirles que se tomen esas emociones en serio. Un «solo cálmate» no resuelve el problema, al contrario. Lo que pueda pensar que es conciso es importante para el niño en este momento y merece tu atención y empatía. De lo contrario, se inicia un proceso de aprendizaje tóxico: el niño descubre que no te estás tomando en serio sus problemas y emociones, y lo percibirá como una grave falta de confianza.