Se ha dicho que mucho se aprende con el ejemplo, y los hábitos familiares no son la excepción. Lo que la mamá y el papá hagan tendrá un impacto en la conducta de los niños, así como en sus sentimientos y forma de ver la vida.
Obviamente, todo padre quiere dar un buen ejemplo a su descendencia, sin embargo, a veces las malas costumbres son involuntarias, sumándole a eso que los niños absorben todo como esponjitas. Por esta razón, es bueno meditar en los siguientes hábitos contraproducentes.
- Peleas y malas palabras
Si los niños ven que sus papás explotan de ira cada vez que algo les sale mal, o se tratan a gritos y se insultan, difícilmente reaccionarán positivamente cuando ellos tengan problemas o se relacionen con otras personas.
- Maltrato a las mascotas
Nunca está justificado el desquitarse con un animal, aún si estos causan desastres o no obedecen. Se les debe educar con paciencia y cariño, mostrándoles empatía y consideración. Por el contrario, si se les pega o trata violentamente, los niños pensarán que ese comportamiento es aceptable y se tornarán más violentos (hacia los animales y hacia las personas).
- Malas costumbres
Ambos padres pueden tener más de un mal hábito, ya sea fumar, beber, comerse las uñas, etc. Deben tener claro que si el niño los ve haciendo esas cosas, querrá hacerlas también, y no tendrán la capacidad de prohibirle lo que ellos mismos hagan. Por lo tanto, lo mejor es erradicar los vicios y malas costumbres del hogar.
- Flojera extrema
Estar todo el día tirado en el sillón mirando TV es un pésimo ejemplo para un hijo. Sobre todo porque daña su salud, al promover un estilo de vida sedentario. Lo más probable es que si los papás son flojos, los hijos también lo sean.
Algunas de las consecuencias del sedentarismo son: obesidad, dolores musculares, depresión, etc. Por otro lado, entre los buenos hábitos que se pueden transmitir a los hijos están el hacer ejercicio, comer equilibradamente y cuidar la salud.
- Conductas negativas hacia los demás
Hay comportamientos que pueden ensuciar cualquier relación y ambiente; defectos como el ser manipulador, mentiroso, envidioso, criticón, falto de respeto, entre otros. Si crees que alguno de esas características calza con tu personalidad o la de tu pareja, es mejor evitarlas por el bien emocional de tu familia.